miércoles, 28 de febrero de 2007

Cómplices



Siempre hay una amiga que te llama, pilla el coche, te rescata y te ayuda a limpiar la sangre...

martes, 27 de febrero de 2007

Melodía de la semana

Empezamos... Respiramos hondo... estiramos el cuello. Sabemos que somos capaces de invadir Polonia.

Frases célebres...

El Dani:
"Hay más tías que botellines"

Información


Que la información es poder es un perogrullo que cualquier necio reconoce. Que la información corre como la pólvora lo es aún más si una echa un vistazo al mundo que le rodea. Que la información puede chocar, rechocar y contraponer pareceres también está clarito. Que la amenaza de cortocircuito se multiplica en las ciudades de menos de 150.000 habitantes, en Cádiz, a veces, se nos olvida.
Cada uno tenemos mil formas de ser. Nos reconocemos en el que se entrega a ciegas, en el que guarda la ropa, en el que miente y en el que se precia de decir siempre la verdad. Sabemos que, extrañamente, somos los mismos los que ponemos el mohín de buenos para media hora más tarde soltar una carcajada nerviosa y estallar de maldad.
El Carnaval, la feromona y esa propensión a la concordia universal que fluye en esos días terminan formando un cóctel informativo que alucinaría a cualquier antropólogo. O, en su defecto, a cualquier cotilla. De repente, alguien se acerca, creyéndose anónimo, y le dejas hacer. De repente, eres tú la que no sabes que el interlocutor se guarda cartas bajo la manga. Cádiz es mu shico. Pues sí, lo es, así que cuiden dónde se descocan. Puede que alguna sea la amiga de la prima del vecino aquel de cuyas castitas acaba de acordarse. Puede ser que aquella belleza rubia sea colega lejana de su novia, que del improvisado compañero de copas dependa la concesión de su hipoteca...
La advertencia puede llegar tarde. Se siente, una apenas empieza a escudriñar las redes sociales que le rodean... Y alucina con ellas... Lo ideal es no ser demasiado duros... Todos tenemos la voluntad débil, el corazón confuso y la lengua demasiado larga... Seamos cautos, y en su defecto, benignos. Es algo tan humano...

(Dedicado a mi amiga, la aprendiz de arpía, amiga a su vez de la amiga de aquella con quien entrecruzo a uno de esos seres demasiado poco interesantes como para exponerse en serio. Un beso guapa)

Publicado en La Voz de Cádiz el 27 de febrero de 2007

lunes, 26 de febrero de 2007

Cuba

Milo me escribe para decirme que está al día de mi boca prestada... Y me recuerda días geniales muerta de calor, sudor y Bucanero...
De la isla me llevé muchas cosas... las letras inconfundibles del David Torrens son una de ellas... ¿Alguien tiene narices de no ponerse contento?



Cuando tu voz cante a tus sentimientos,
cuando a tus ganas no las apague el miedo,
cuando tu amor tenga raíces dentro,
cuando a tus alas no las detenga el viento,
no dejarás de amar,
por sentimientos ajenos.

Ni la mentira más cara
ni el más cruel de los misterios,
ni la envidia del que más,
cambiarán tus sentimientos.

Ni una daga, ni una bala,
ni enviados de infierno,
ni el más drástico final,
callarán la voz de adentro.

Deja la pasión que se abra camino,
deja tu alma volar,
si el amor es quien rige tu destino,
nadie lo puede parar.

Chimpún


El secreto está en decir que no, que no basta... que no piensas doblegarte porque el frío interior decida hoy atraparte el esternón... Y sigues en pie de guerra, con tus armas encima, predispuesta a ganar siempre. El secreto de un buen jugador, como dice la Escolano.
Entonces surge click mágico, el golpe de ratón de la vida moderna, y dos palos de madera se convierten en catalejos, en columna de barra americana, en micrófono para cantar frente a un puesto ambulante de Pino Montano... Y no necesitas que nadie te venga con cuentos, quieres que te dejen saltar sola, brincar y comerte ese mundo que se despliega ante tus pies...
Después llega un hombre de verde a la parada del taxi. Un hombre de verde que le da sentido a todo... y te ríes, te ríes mucho... retorcida en el triunfo de quien sabe que esta vez ha vuelto a ganar la batalla... ;-)
Feliz Poscarnaval...

viernes, 23 de febrero de 2007

Fiesta y contestación



Una chapa puede encerrar mil cosas, mil formas de tomarse la vida, de saltársela a la torera. Esta noche, coros en La Viña y en San Antonio a las doce, convocatoria carnavelescocontestataria contra el cierre de Delphi. Con que el de las octavillas consiga reunirnos a más de veinte, satisfechos. ¿Verdad Pablo?
Octavillas, magnífico tiempo de octavillas...

Momento Abba

Los que me conocen mucho saben de una extraña contradicción -una más- que hace que me ponga contenta, sospechosa e inexplicablemente contenta, con las canciones de desamor y nostalgia arrebatada.
Esta tarde un tema macrosentimental me ha sorprendido en mitad del trabajo para arrancarme una sonrisa y acelerarme a saco el corazón. Se me han olvidado las coñas, el malestar general y el dolor de espalda, por obviar esa tan mujeril sensación de fealdad que a veces a todas nos da en la cara...
También saben los que me conocen que resultaba un poco raro no haber hecho, todavía, algún tipo de homenaje solapado a esos chicos suecos que, dicen, van en ventas detrás de los Beatles... Ya sabéis que soy muy puntocom, aunque alguno -en sus momentos de odio- les de por cuestionar si existe o no la esencia de la femineidad...
Espero que a alguno os arranque una sonrisa, si no por la musiquita (Flash cotilleo: verdaderamente maravillosa si tenemos en cuenta que su estreno coincide con la separación sentimental de la segunda de las parejitas del grupo, Benny y Frida) al menos por el vídeo que no tiene desperdicio. Atentos a momento IKEA, al instante empapelamiento (entre repugnante y erotizante en sus texturas...) y a ese homenaje caleidoscopico a la obra de dos peluqueros a los que Manu nunca podrá igualar.

jueves, 22 de febrero de 2007

Noche en el Pópulo



Por la mañana nos recordaron que los ejércitos no son de paz, que las bombas matan y que Afganistán "también existe". Nos refrescaron que Delphi "se ve obligada" a echar a la calle a 1.500 personas. Cifra redonda para alimentar titulares. Que lo de la poli local en Cádiz no es una epidemia ni una intoxicación de erizos sino un rebrote de "lesiones crónicas". En Irak se pone de moda bombardear con cloro y Fago, el municipio del alcaldicidio, ya tiene nueva cabeza consistorial... El mundo avanza con sus inmundicias y el ciudadano medio aprovecha para recogerse en un rincón. En Castellón, donde las altas tasas de gaditanos parecen haber hecho mella en la propensión al cachondeo, han nombrado a Luis Aguilé como imagen promocional...
Aquí tenemos un poco más de glam... nos hemos traído a la Vicky Beckham. Ella, que no soporta el olor a cebolla pero flipa caracoles con el Eau D´Esfinter. Anoche se la pudo ver por El Pópulo. Al rubio, lo dejó en casa, le faltaban un par de parches...

Relaciones

Currito me pregunta que porqué y yo le respondo que porque sí. Que en esto de las relaciones no hemos inventado nada, que todo, al final, responde a un código supraestructural, como diría Lacan. Un espejo en el que reconocernos y en el que todos somos un poco iguales. Da lo mismo que, una vez en el ajo, creamos que es sólo nuestro corazón el que amenaza con detenerse. En las lides del cortejo todo está escrito así que, antes de que el romance acabe contigo, aprende de los clásicos y, juega, pero sabiendo las reglas de la partida. Las que hablan de los celos, la posesión y de querer lo que no se tiene y tienen otros... Lope las tenía bastante claras...



DIANA (leyendo): "Amar por ver amar, envidia ha sido;
y primero que amar estar celosa
es invención de amor maravillosa,
y que por imposible se ha tenido.
De los celos mi amor ha procedido
por pesarme que, siendo más hermosa,
no fuese en ser amada tan dichosa,
que hubiese lo que envidio merecido.
Estoy sin ocasión desconfïada,
celosa sin amor, aunque sintiendo:
debo de amar, pues quiero ser amada.
Ni me dejo forzar ni me defiendo;
darme quiero a entender sin decir nada:
entiéndame quien puede; yo me entiendo."

DIANA: ¿Qué dices?
TEODORO: Que si esto es
a propósito del dueño,
no he visto cosa mejor;
mas confieso que no entiendo
cómo puede ser que amor
venga a nacer de los celos,
pues que siempre fue su padre.
DIANA: Porque esta dama, sospecho
que se agradaba de ver
este galán, sin deseo;
y viéndole ya empleado
en otro amor, con los celos
vino a amar y a desear.
¿Puede ser?
TEODORO: Yo lo concedo;
mas ya esos celos, señora,
de algún principio nacieron,
y ése fue amor; que la causa
no nace de los efetos,
sino los efetos de ella.
DIANA. No sé, Teodoro: esto siento
de esta dama, pues me dijo
que nunca al tal caballero
tuvo más que inclinación,
y en viéndole amar, salieron
al camino de su honor
mil salteadores deseos,
que le han desnudado el alma
del honesto pensamiento
con que pensaba vivir.
TEODORO: Muy lindo papel has hecho:
yo no me atrevo a igualarle.
DIANA: Entra y prueba.
TEODORO: No me atrevo.
DIANA: Haz esto, por vida mía.
TEODORO: Vuseñoría con esto
quiere probar mi ignorancia.
DIANA: Aquí aguardo: vuelve luego.
TEODORO: Yo voy.

martes, 20 de febrero de 2007

A lo tonto



Confieso que el domingo no voté. Y no lo digo con orgullo, ni siquiera con petulanciadebilmental. Lo digo con cierto pudor y hasta me he pensado lo de protagonizar este escarnio público que a algunos les resultará absurdo y a mí me hace aflorar calor. Confieso porque, de repente, he pasado a ser muestra objetiva -como esos 500 de las encuestas a los que nadie conoce- de lo que se cuece en estos temas de la política, el referundismo y la vida real.

Hace una semana, si cualquiera me hubiera preguntado si iba a votar el domingo, hubiera dicho que sí, que por supuesto. Luego, in situ, llegó la resaca del sábado, una gastroenteritis latente, cierto dolor de espalda y la preocupación por buscar un bar donde llenar la panza y salir a currar. Razones, todas ellas, muy humanas, pero claramente tontas, absurdas, indignas de protagonizar el leiv motiv del absentismo, esa herramienta que algunos utilizan como grito de guerra aunque nadie les haga caso.

Soy de las que cree que las urnas son un derecho y una obligación por eso redigo que no tengo de qué presumir. Por primera vez en mucho tiempo pudo la desidia, el «esto no tiene nada que ver conmigo», el «qué más da». El domingo me convertí en muestra objetiva, en otro representante más de eso que pasa después de tanto adocenamiento, después de tanta información vacía y tanto fasto propagandístico. Ahora la darán con las cifras, las que amenazan con no legitimarles. Se hablará del tema y se reunirán mesas-debate, inocuos efectos colaterales de un objetivo, que en el fondo, los más listos saben que sigue viento en popa. La desactivación ciudadana es un éxito y yo, a lo tonto, me subí el domingo al carro.

Publicado en La Voz de Cádiz el 20 de febrero de 2007

domingo, 18 de febrero de 2007

Paris y Hilton



Podía haberlo dejado en casa pero... ¿para qué? En peores bacanales se ha visto el pobre... La vida de soltera millonaria tiene eso -imagino que la de no millonaria también, lo desconozco-, todo el día cargando con tus responsabilidades...
Mi Hilton disfrutó de lo lindo en la APC... rodeadito de Monfortes, coros espirituales, grandes estrellas del soul y mucho mucho policia... También los había haciendo campaña por el Si... ¿Lo conseguirían? Como estas cosas de las política no me interesan... preferí ir a la caza de algún partenaire a la altura de las circunstancias...
Nadie me avisó de que los periodistas están tan mal pagados... para la próxima me largo a otra fiesta alternativa. Menos mal que el gin tonic sabe prácticamente igual en todos sitios...
(Pie de foto: Paris Hilton y Hilton, su chihuaha disfrazado de caniche, en el Baile de Carnaval de la APC, intentando olvidar con alcohol las desigualdades sociales del siglo XXI).

sábado, 17 de febrero de 2007

Regalo desde lejos...



No podrás verlo hoy porque andas muertecito de dolor y con ganas de que se acabe el mundo. Apretando mucho los ojitos y mirando con cara de incomprendido... Ya sé que lo verás tarde pero, bueno, quería que supieras que ando contigo, aunque sea a unos cientos de kilómetros...
Tu favorita en boca de la mejor, de la mejor entre las vivas... claro ;-)

viernes, 16 de febrero de 2007

ARCO II ... la moda...



Se llevan los flequillos, cortos, rectos, con melena larga y también desigual. Los minitrajes sueltos y las medias de fantasía. Zapatería ecléctica, desde sandalias con calcetines hasta bailarinas multicolores, tacones clásicos combinados con ropa de deporte.
Los chicos, con flequillo pegagoso, gafas de pasta y corbata estrecha (las anchas son cosa de provincias...) Pantalón piquillo, por supuesto.
En ARCO se habla de arte, con la voz engolada y la nariz en dirección norte, pero también de lo que es cool, lo que está de moda y lo que es imperdonable. Para la feria de las tendencias nadie se pone lo que todos los días... La vanidad es la reina y aquí todos estamos en un escaparate...
Sin quererlo y por cuestiones de envenenamiento, una servidora, también.

jueves, 15 de febrero de 2007

ARCO I


Marina Abramovic´ respiró hasta casi asfixiarse el dióxido de carbono de su compañero en un beso extenuante, se arañó el vientre hasta tatuarse una estrella de puntas invertidas, se recluyó en un nido durante horas y se subió a un caballo blanco para demostrar que todas, todas nosotras, también pudimos ser El héroe. "La abuela de la performance", como le gusta llamarse, demostró hace años que el arte también puede ser horror, y dolor. ARCO muestra en una de sus galerías su último trabajo, un vídeo que recoge la interminable tortura con la que esta yugoslava se golpea el pecho valiéndose de una calavera. Provocación no apta para puritanos que demuestra, con su gran expectación, que el ser humano, a veces, cae sucumbido por el horror.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Palomitas


Solía olvidarse de llamar si llegaba tarde. Se dejaba el teléfono arriba, reventando en llamadas. Yo tenía que vestirme, dejar el informe y salir a la calle, casi siempre mojada, fastidiado y hecho un desastre. Tampoco cerraba las puertas de los muebles de la cocina, ni tirabas los quesos caducados. Discutíamos eternamente por los trastos viejos, el caos y esa tendencia suya a dejar de escucharme, a perderse en otro mundo casi siempre más interesante e inhóspito, que yo imaginaba de insondables contornos y ella resumía en un par de palabras cortas, de perogrullos absurdos.
A veces me hacía sentir agotado, incomprendido, cansado de tirar de un carro -una calesa dorada en su caso- que me dejaba la espalda y el cuerpo destrozados. Alguna tarde, hastiado, la oía llegar metiendo torpemente la llave en la cerradura, tirando hacia el lado contrario… Me levantaba a abrirle y volvía al despacho con un nudo de extraña rabia en el estómago.
Entonces ella, eternamente despreocupada, mientras se calzaba el pijama y dejaba abandonadas por el pasillo sus viejas botas, se acercaba abruptamente a mi silla, me abrazaba bruscamente el cuello y hundía su minúscula nariz entre la camisa y mi piel. “Dios, cuánto he echado de menos este olor a palomitas”, le oía decir. Tirando con un torpe gesto las carpetas, se sentaba a horcajadas sobre mi asiento giratorio y permanecía así un buen rato. El tiempo se detenía y una tibieza amable se apoderaba de los cuerpos. Nunca nadie, sólo ella, ha podido igualar ese “te quiero”.

Para Jaume, por la confianza.

Regalo

Hay idiotas que sueñan con joyas, cursis que lo hacen con flores, melosos que prefieren bombones... Hay quienes pensamos que todo se resuelve en un beso. Casto, húmedo, apasionado, pequeño, sonoro, de abuela o de gato. No importa. Tampoco que llegue tarde... Un beso es siempre un beso y rara vez acude a destiempo. Importa, sólo, que sea nuestro, y que lo amemos, como a la cabina del Paraíso...

Feliz día guapos

(con altavoces por favor... la piel erizada es también parte del regalo)

Vanidad

A nadie le amarga un dulce... gracias mor...

martes, 13 de febrero de 2007

Disfraz



Jugar a ser lo que no somos es divertido. Y siento anticiparme con este tema, escribir el martes tiene el hándicap del lejano fin de semana, aunque, no me engañan, llevan lo menos un mes con esto en la cabeza. Hablo del disfraz, ese al que sucumbirán dentro de cinco días y que es centro de conversación, entre los más frikis, desde el verano.

De la máscara se ha escrito mucho, de los significados ocultos que todo individuo tiene almacenados en su mollera sin saber porqué. A mi madre le inquietaba que tantos machotes se vistieran de mujer, que disfrutaran tanto y se sintieran tan... cómodos. Yo he heredado la extrañeza para aderezarla con otras dudas de mi propia cosecha: ¿Por qué las niñas nunca vamos de feas? ¿Por qué triunfa la diablesa si es lo más machista y patético que ideara Pepi Mayo? ¿De dónde tanta afición a Heidi? ¿Qué perversión albergan los líderes de opinión de nuestra infancia?

El sábado todos jugaremos un poco a vivir otra vida. Algunos serán monjas, otros, putas; algunos, animales, otros, superhéroes. Algunos irán de listos y otros se harán los tontos. Los habrá que irán de guapos y, muchos, de irreconocibles. Bendita libertad del anonimato. Rascando rascando en lo más profundo de mi cabeza he descubierto que quiero ir de rubia, con pestañas largas y labios rosa. Eá. Andamos ahora investigando entre el catálogo de roles que encajan en el perfil. Tiene lo suyo, no crean, una sabe que en Carnaval, para que te tomen en serio, debe quedarte como un tiro. Hemos descartado a Marilyn y a Madonna porque aún nos queda respeto por las instituciones. Se nos antoja alguna política, un par de niñas prodigio y personajes de dibujos. Aún estamos pensando... mi amiga, encima, dice ahora que quiere llevar tetas.

Publicado en La Voz de Cádiz el 13 de febrero de 2007

Día internacional

Por cierto, Pablo ha decidido que el jueves pasado, así, porque él lo vale y yo le sigo, fue el Día Internacional de Los Ramones... Así que con un poco de retraso, lo celebramos con este humilde homenaje a su canción favorita...

lunes, 12 de febrero de 2007

Yo quiero verte danzar

El rubio de mis entretelas me ha llegado esta mañana con un regalo... Más de veinte canciones con una a la cabeza, la que nos vale para, en pleno lunes, recordarnos tomando el camino de Enrique de las Marinas... antes de que la niña empiece a bailar como mora... Aquí, en cualquier sitio, en mitad de la oficina gira todo en torno a la estancia mientras se danza...
muchas gracias mor....



Yo quiero verte danzar Yo quiero verte danzar como los zíngaros del desierto con candelabros encima, o como los balineses en días de fiesta. Yo quiero verte danzar como derviches tourneurs que giran sobre la espina dorsal al son de los cascabeles del kathakali. Y gira todo en torno a la estancia mientras se danza, danza. Y gira todo en torno a la estancia mientras se danza. Y la Radio Tirana transmite música balcánica mientras bailarines búlgaros, descalzos sobre braseros ardientes. En Irlanda del Norte, en verbenas de verano, la gente anciana que baila a ritmo de siete octavas.Y gira todo en torno a la estancia mientras se danza, danza. Y gira todo en torno a la estancia mientras se danza. En el ritmo obsesivo la clave de ritos tribales, reinos de hechizos y de los músicos gitanos rebeldes. En la baja Padana en verbenas de verano, la gente anciana que baila, viejos valses vieneses.

domingo, 11 de febrero de 2007

Dobladillada????


Lluvia intermitente y domingo preelectoral...
En Cádiz, hace tiempo que nos saludamos con un "¡Feliz Carnaval! Hoy ha vuelto la fiesta, y los erizos y la risa tonta. Ha venido Dios a vernos y nos ha echado un par de reprimendas... Ninguna tenía que ver con la cita, él sabe que lo del dobladillo de caballa es una cosa sería. Las excusas para escapar un poco siempre lo son...

sábado, 10 de febrero de 2007

La noche se apura en forma circular


Transparente y fiel a sus amigos...

Armadura


Todo el mundo sabe que en esta vida hay que tener amigos hasta en el infierno. O al menos, colocados estratégicamente en esos sitios que pueden hacer que la vida no sea tan cuesta arriba. Un primo en Hacienda, una vecina en Zara o, por supuesto, el conocido en Zamacola, pueden suponer tremendísimas ventajas a la hora de declarar al fisco, reservar prendas antes de las rebajas o saltarse, en plan atlético, tres meses de lista de espera para el otorrino. El último de los hitos de mi sencilla vida diaria ha venido de la mano de la inestimable amiga que cada uno de nosotros tiene trabajando en una perfumería. Esa que te avisa para que, el día del maquillaje gratuito, llegues al tajo como una puerta, maqueada como nunca para rutina moderna; la que te mete en la bolsa el neceser de marca impagable; la que siempre tiene una pequeña muestra gratuita con la que alegrarte la vida perra.«Expertise E3P, la protección más avanzada contra las ondas electromagnéticas», leo en el mini envase que, como trofeo, me llevo para casa con la sonrisa de boba plantada en la cara. Apenas dos mililitros de ambrosía cosmética destinado a preservar mi pellejo de las crueles ondas invisibles. Como armada con un antídoto contra el sufrimiento, esta mañana pienso salir a la calle con mi armadura psicológica. Una no sabe mucho de ondas bipolares pero intuye que debe ser algo de eso lo que destilan ciertos tipos de perfiles indeseables, ciertas damas entregadas al critiqueo... Una no sabe mucho de ciencia pero sí algo de malos rollos... el E3P dice servir «¿Para estar bella y sentirse bien en su entorno!». Se puede «aplicar tantas veces como se desee» y «utilizarlo toda la familia». Ahí lo tienen, ya saben, llamen a su amiga y prueben. Nos contamos.

Publicado en La Voz de Cádiz el 6 de febrero de 2007.

jueves, 8 de febrero de 2007

Caprichos


Carmela Bousada anda muy contenta, como una nena con zapatos nuevos. Sólo que lo que lo que sostiene en la foto no tiene cordones y ella de nena, no tiene un pelo. El par con el que posa -uy, qué cosa- es de carne y pide leche. A golpe de grito como lo seguirá haciendo cuando, en unos años, pida pan, libertad, justicia, la mano de una madre que -uy qué cosa- ya no estará. El par que la Bousada ha adquirido en ese supermercado del semen que no es la noche loca no puede cambiarse en caja con el ticket de compra. Es de esas ofertas ahoraonunca con las que hay que hocicar aunque dejen de llevarse las botas.Su par tiene nombre -Pau y Christian- y tendrá apellidos, caídas, desengaños, operaciones de amígdalas y ganas de vomitar. Dice la mamá que anda cansada, a los 67 años, por su estrenado rol. Es lo que tienen los sueños señora que, cuando se cumplen a toda costa, pueden dejarla en el camino. Dice, en otra de sus perlas, que anda buscando un padre joven que les cuide cuando ella ya no esté. ¿Será en cinco será en diez?Mientras se me revuelven las tripas la veo sonreír ante las cámaras del Guinnes, frente la intolerable impavidez con la que el mundo observa la consecución de su capricho. El capricho en la más extrema expresión. El capricho de dar la vida y, luego, a lo que sea. Carmen Bousada ya es madre y sus hijos, muy pronto, serán huérfanos. Algo muy práctico en los tiempos que corren... Siempre me han sorprendido las paradojas y táchenme de extrema, radical o insensible. En este raro mundo se necesita permiso para sacar un boxer, rodar un coche o tener un arma. «Hija, es que estos chismes te pueden quitar la vida...» ¿Y es que a nadie le extraña que cualquier pirada pueda dártela?

Publicado en La Voz de Cádiz el 30 de enero de 2007

Frivole

Adoro el lenguaje. Está lleno de sorpresas, puede jugar con una y con el resto, revolcar la realidad y transformarla al antojo del que lo piensa con más chispa, con más arte. El alcalde de Alhaurín el Grande –que no digan que no suena a gesta medieval– y sus ingenios semánticos son ya greatest hits de las descargas informativas. Sus vídeos en dos versiones –Soy inocente, mañana seré libre, venid alcachofas de la tele venid a mí y Humildemente me disculpo, que no doblego, la fiebre de la alcachofa me confundió (éste en edición limitada para coleccionistas)– son ya un clásico de esta literatura pulp que empieza a ser la información nacional, llena de freaks que se creen superhéroes de un planeta siempre a punto de recalificar.
El caballero –he aquí otra fineza de las letras– se revuelve en escena soltando prendas memorables: habla de «periodistas sometidos bajo el yugo socialista», de un Gobierno donde «los etarras están en la calle y los humildes –como él, se entiende– detenidos», país que es una «pseudorepública bananera» –el prefijo será por el peculiar papel de Don Juan Carlos, entendemos– y de un presidente que es un «descerebrado». El personaje no tiene precio –en realidad, sólo «acepta donaciones»– y se lanza a la piscina del victimismo heroticoideológico –no es una falta, es un palabro entre el héroe, el eros y la idea que yo acabo de inventarme– para denunciar que esto no es más que «una conspiración contra el PP». ¿Relacionada con mochilas? ¿Con la linterna del vecino de Fago? ¿Con los sms del 14M? Quí le sait? La cuestión es sacar titulares, pegar gritos, aterrizar en Salsa Rosa. Le moment frivole, señores. Lo que digo, el lenguaje puede ser divertido. Aunque este freak, como algunos otros, empieza ya a dejar de serlo.

Publicado en La Voz de Cádiz el 23 de enero de 2007

Prueba superada


Pasaron dejando la tarjeta caliente, la cabeza confusa y, para algunos, un cierto sabor de alivio, sabor salado a libertad. La de abrazar a quien quieras y no tener que se amable porque sí, porque es la fecha y se lleva pedir perdón. Como en el cuento de Dickens, en Navidad cada uno tiene sus fantasmas. Algunos vienen en forma de pasado, con los rostros de aquellos que ya no volverán a sentarse en nuestra mesa por infinitas razones. Algunas terribles, otras maravillosas. Otros espíritus se acercan con el vértigo del futuro, el miedo a lo que vendrá, la ilusión de lo que se desconoce, y se idealiza. Y los del presente, los del quebradero de cabeza y el dinero que no llega, la llamada que no se hace y la que no se recibe. El amigo que está ahí, siempre, para darte la mano y emborracharte de cervezas.
Se cierra la etapa y a respirar. Hemos sobrevivido. Con la lengua muy larga, la frente muy alta y la falda muy corta, que diría Joaquín. Algunos lo hicieron con el pijama solitario frente a las uvas multitudinarias, otros se escurrieron con una burda excusa al bar de abajo. Los que más, quemaron tacones sobre una pista de baile al ardor de la barra libre.
Un Mr Scrooge que conozco, uno al que este año se le han aparecido fantasmas adictos a la calle y al Cambalache –también al tango, aunque sea un poquito reaccionario-, diría que ya empieza lo bueno, caminito y sin frenos hacia el Carnaval. Mientras tanto, y con las calles llenas de fieras a la caza de las rebajas, sepan que este año han vuelto a ser un poco héroes. Cada uno con lo suyo, con sus miserias y alegrías. Porque en el calendario hay fechas que tienen miga y, ésta, señores, ya está sacudida.

Publicado en La Voz de Cádiz el 10 de enero de 2007

Propósitos


Acostarme antes de la una y media, al menos, cinco días a la semana. No volver a olvidarme el contorno de ojos y no dormirme maquillada. Leer todos los días como mínimo tres periódicos, recortar las noticias que me parezcan interesantes. Abandonar en la página 27 los libros que no me gusten y darle un repasito al Canon occidental. Dejar de beber cerveza o, como mínimo, reservarla para momentos importantes. Acostumbrarme a ir al cine sin tener que pedir palomitas. Aprender a decir que no y no intentar ser siempre amable. Racionalizar las citas. Poner menos la calefacción y comer más pescado. Pescado fresco, se entiende.
Estudiar inglés. No abusar de la sinceridad que nadie pide y aprender a recortarme yo misma el flequillo. Hacer un poco de ejercicio y aprovechar el domingo para pasear por la playa. Borrar de manera periódica los mensajes del móvil y evitar establecer relaciones con personas de otra compañía. Básicamente, intentar poner freno a mi adicción telefónica. Tolerancia cero a la injusticia.
Empezar a ahorrar. Un billete de cinco euros por semana puede ser un gran comienzo. Viajar más. Escribir más. Estudiar más. Juzgar menos. Preocuparse mucho menos. Dar besos y recibirlos. Hacer limpieza doméstica, como poquito, los domingos de mañana. Acordarme de apagar el calentador. Poner al día los impuestos de circulación del coche, y los de la vida. Ser feliz porque sí. Beber mucha agua, dejar que todo fluya y, sobre todo, ser suficientemente inteligente para no tomarse la vida demasiado en serio. Este puede ser mi año. Feliz 2007.

Publicado en La Voz de Cádiz el 2 de enero de 2007.

'Humedá'

Están de moda las plataformas. En defensa de los animales, de las plantas, en defensa propia. Por repatriación de problemas y liberación de individuos. Las plataformas se llevan como los leggins y las merceditas bajas. Y es que, aunque a la hora de la lucha nadie lo haga en colectivo, viste mucho lo de sumar tu voz a un grupo. Porque las plataformas se llevan y una se ha dado cuenta de que sola no llega a ningún sitio, desde aquí aprovecho para convocar un movimiento ciudadano en pos de la calefacción central. Porque, señores, ya es hora de asumir que no todo es humedá Porque en este fin de semana ya le ha saltado varias veces el automático, porque a veces cree perder el tacto de la punta de los pies, porque tiene la nariz fría y generalmente mojadita. Porque ella, la humedá -bien recalcada la última a-, multiplica a la baja la sensación térmica, porque por mucha copla maravillosa no son sólo los negritos los que nos diferencian de Cuba Porque esto es el sur, pero el frío también existe, levanto la poca voz que me queda después de tanta corriente para pedir unión en torno al brasero universal.Ya advertí hace tiempo de que el cambio climático lo revienta todo, ensalza las rebequitas, destroza los ritmos para mudar el armario y revienta a los sensibles a codazos depresivos Hoy, después de caer en la cuenta de que en mi casa hace más frío que en la calle, declaro constituida la plataforma A veces el brasero no es suficiente. Un movimiento cívico y social que espero que despierte las sensibilidades de mis compatriotas gaditanos. A veces la gente se une por razones más peregrinas. A lo mejor, hasta tengo suerte.

Publicado en La Voz de Cádiz el 26 de diciembre de 2006

Tetas por Navidad


En este ir y venir para encontrar nuestro sitio, para saber adónde vamos o quién somos -hobbie habitual de los existencialistas de pacotilla- una debe agradecer la inestimable ayuda de ciertos amigos determinados a mantenerte unida la realidad. Al verdadero ser de un mundo del que varios días de estrujamiento intelectual te pueden terminar desgajando. El último episodio tuvo lugar ayer por la mañana mientras, colacao de medio litro en mano, intentaba salir de las nebulosas de la astenia estacional.«La último es regalar tetas por Navidad». Plaf, Pum, Bang... Coz en la cara y patada al Pharmaton. «¿De qué me hablas?». «De cirugía. Los padres ahora la regalan por Reyes». Sueltas una carcajada nerviosa y pides el bis. Tiene que haber un cabo suelto. «¿En Cádiz? ¿Qué niñas? ¿Con qué edad? ¿Vas en serio? Estás de coña». Tu amiga, entonces, se calza la mirada compasiva -la de darte las malas noticias y hablarte de hombres- para elaborar una de sus frases lapidarias: «De verdad que no sé dónde vives».Termino el colacao a sabiendas de que no haré la toma del mediodía. La rabia, a veces, actúa como complejo vitamínico. Durante todo el día me asaltan visiones espasmódicas: tetas, bicicletas, videoconsolas, algún perfume, peluches, más tetas... Hoy, mientras alguna chica rubrica en su carta su predilección por las prótesis de soja, en una mesa se discutirá sobre desigualdad de género en el urbanismo. Qué útil. Definitivamente, no sé dónde vivo ni adónde voy. Ante tanto despropósito, en mi carta pediré a los Reyes que, al menos, aún no me olvide de quién soy.

Publicado en La Voz de Cádiz el 19 de diciembre de 2006

Perfumes



Leo en la prensa que acaban de cortarle las alas, al menos temporalmente, al vendedor de perfumes falsos. Releo la breve noticia con cierta morriña -nadie me negará que en este mundo de las apariencias hay infinidad de falsificaciones más dañinas que ésa- y suspiro porque esta vez, esta beata vez, han puesto contra las cuerdas a alguien que me despierta cierta piedad. Uno debería pagar las culpas dependiendo el nivel de infelicidad que provoca, pienso. Recuerdo entonces el cándido rostro de mi amiga Jose defendiendo la autenticidad de una Mademoiselle Coco convertida en ganga: «Mira, si trae el precinto y todo ».El engaño dura apenas unos segundos, el tiempo necesario para fijarse en la boca del dosificador, en la calidad de la caja Ese momento llega, irremediablemente. Sobre todo si, menesterosa o no, te has convertido en adoradora de los totems de la cosmética. Pero mientras el instante se despliega, mientras caes en la cuenta de que era demasiado perfecto para ser verdad, has sentido por unos segundos que, por fin, eras tú la agraciada con el pelotazo del día. «Enhorabuena señorita, se acabaron las pesadumbres crematísticas. Viva una vida de glamour gracias a esta remesa de perfumes a precio de costo». Una no es tonta. Sabe que cuanto más se tiene menos se paga. Es consciente de que los pelotazos existen, para algunos, y se pregunta, ¿y por qué no yo? Y siente piedad por el buen ladrón, el que delinque a costa de proporcionar ese pequeño placer efímero. Juzguen lo que quieran señores, hoy ando algo frívola. Y en esta vida de presiones consumistas hay pequeños delitos que se viven como obras sociales.

Publicado en La Voz de Cádiz el 12 de diciembre de 2006

Reciclaje

Vaya de antemano el reconocimiento explícito a esa tendencia obsesivo-preocupativa que me suele abordar a menudo, vaya de antemano y como petición piadosa antes de leer sobre la que empieza a convertirse en la gran preocupación de mi incipiente carrera doméstica: el reciclaje. Ese sustantivo tan de moda y tan rechulo que todos decimos seguir aunque a veces el cartón de leche se cuele, -Oh, terror, ¿cómo ha sido?- entre los despojos de lo orgánico. Qué nombre, ¿verdad? Tan evocador.Y pido disculpas también porque este es un comentario pero también una llamada de atención, petición de una ignorante, confusa ciudadana, con vocación de hacer el bien. Voy al grano: ¿Alguien sabe dónde se tiran las colillas? ¿Y la cerámica? Que no es cristal ni vidrio pero a veces se rompe, se siente, a golpe de manotazo... ¿Y la madera? ¿Y las telas? Dirán ustedes que a esta servidora le ha dado, sospechosamente, por hacer limpieza... Las autoridades hablan de un punto limpio -que como otro punto del que todo el mundo habla- la mayoría no sabe ni dónde anda, y hablan de formación cívica y de campañas ciudadanas. «No es propaganda, es información».Pero yo ya sé que Andalucía con Román es más, que Cádiz está limpio como la plata, que con el Ayuntamiento mejora y que éste impulsa -que maravillosos los matices del lenguaje- el segundo puente... No sé, sin embargo, dónde deshacerme de un montón de cestas viejas, tampoco de las colillas gastadas de madrugada... y me digo que está muy bien eso de informar aunque... ¿Podrían, por humanidad, tener piedad de las obsesiones de una ciudadana con vocación de reciclar?

Publicado en La Voz de Cádiz el 7 de noviembre de 2006

Gentleman

Dice mi amiga Sonia que en Cádiz se ha perdido el gentleman. Ella es así de exquisita, y de certera. Lo dice con su acento mestizo y una cierta desidia hacia lo vulgar, lo vulgar sin medida, sin acotaciones, ni complejos. «Una sube al autobús y la empujan, da igual si eres una chica, te conviertes en una competidora por el asiento», se queja. Y una se pregunta si es por ser chica o por ser ser humano, individuo, ciudadano de primera porque ya no hay clases. Y es que el fin de las ataduras sociales parece que nos ha librado también de ciertas costumbres del buen hacer que más que clasistas respodían a ese sentido común que hemos convenido llamar educación. En el mundo del todo vale, nos cubrimos de gloria a golpe de empujar viejas, ignorar a las embarazadas o poner los pies sobre el asiento del Comes. Y lo hacemos creyéndonos más libres, con más derechos, despojados de uno de los instrumentos básicos para caminar por el mundo.Dice mi amiga Sonia que se ha perdido el gentleman que es algo así como la cortesía, la caballerosidad, aunque no se refiera unicamente a la parte masculina. Dice que se ha perdido el gentleman y añora un poco esas lecciones de vida que ciertos ancianos reparten como elegantes bofetadas en mitad del autobús -metáfora de la vida sobre ocho ruedas-. «Señorita, disculpe, siéntese aquí que debe encontrarse muy incómoda», le susurra desde su asiento a la joven encinta que le mira moverse con dificultad. «Gracias», le responde anonadada. Desde atrás un adolescente se recalza la gorra antes de escurrirse por el verde plástico del asiento. «Ya está ligando el viejo», se le oye mascullar.

Publicado en La Voz de Cádiz el 31 de octubre de 2006

De Feria

El otro día tuve un reencuentro con mi pasado. Sí, una empieza a tenerlo y no es agradable darse cuenta, por favor, absténganse de hacer comentarios. Continúo. El otro día tuve un reencuentro con mi pasado en forma de breve paseo por el universo finito del botellón. Y digo finito porque este revival de mi vida se sucedió -cosas del destino- en el que será el último sábado para beber en las celebérrimas calles de la movida nocturna gaditana. El encuentro no digo que fuera agradable, 38 grados de fiebre son capaces de aguar la fiesta más prometedora y una no estaba para meneos. Demasiadas caras conocidas y demasiados escalofríos. Una ve que el resto se va haciendo mayor, que caen los pelos, los culos y las poses y se da cuenta de que también de que se le deben notar los años. «No, es que he estado fuera. Sí, sí, salgo poco, ya sabes, el curro, los estudios». (En realidad prefiero madurar en soledad, piensas).Y cuando empiezas a recordar porqué no pisabas la calle Rosario, alguien te recuerda que no volverás a pisarla igual, que son ordenanzas municipales, que la vida cambia y que aquí, para los jóvenes, últimamente, rara vez tiene cordura. Te hablan del botellódromo en La Punta y te sientes desfallecer. ¿Será la fiebre? Otro gueto, ¿para qué?Sudada y ya camino a casa me pregunto qué será de esta ciudad que se quiere de Servicios. Qué será si el que viene a divertirse tiene que pillar un taxi para encerrarse a beber bajo una carpa. ¿No decíamos que en Cádiz no teníamos feria? Pues ya la tenemos y con vuelta a los orígenes. En la nuestra, volvemos a ser ganado.

Publicado en La Voz de Cádiz el de noviembre 21 de 2006

Daños Morales


No ha empezado una a resignarse al infiel bronceado que se va, a la cara pálida que regresa con la astenia de septiembre, cuando las fuerzas municipales te dan la sacudida. Ocurre un día. Tú tan bien, tomando birras, tan contenta, por qué no, por descalzarte el bikini y empezar a pensar en tus botitas -qué monas, ¿me aguantarán un año más?-. Ocurre y siempre hay un listo que da la noticia, que dice: «¿Has visto las luces que están poniendo?» y vuelves la cabeza con la elegancia de la segunda caña y te los encuentras, con el mono de trabajo, apurando las últimas horas de jornada, subidos a una escalera y rodeados de cables. «Son las de Navidad». Escuchas a tu colega antes de lanzar, incontrolada, una mirada de desprecio. Después te moderas, tampoco tiene culpa, el chaval, de haber elaborado la primicia.Es en ese momento cuando la clarita cruza la garganta como si fuera cicuta y pasan frente a la acera las semanas absurdas de los últimos meses, años, décadas y te das cuentas de que, un año más, volverán los polvorones, las reuniones de protocolo, el amargo fin de año para recordar que la inocencia no vuelve jamás. Emulando penosamente el sentimiento existencial parisien, la náusea te recorre la columna antes de que te des la vuelta hacia la barra, todavía -y antes de que la decoren con infames papa noel del chino- beatíficamente intemporal. La última cerveza sabe distinta, cíclica, impertinente. En la cabeza, valoro las posibilidades de formalizar una queja al Consistorio. «Daños morales por precipitación calendaria», podría encabezarla.

Publicada en La Voz de Cádiz el 17 de octubre de 2006

Manejable

Dice el perogrullo gadita que Cádiz es una ciudad para ser andada, que lo del coche es un esnobismo absurdo. Hay algunos, que lo sé, que se plantean incluso abandonar la tiranía de las cuatro ruedas para danzar en servicio bus para toda la vida. Cádiz es una ciudad «manejable», «cercana», «doméstica», «recorrible -¿cómo dicen?- en unas horas». Pero señores, Cádiz no es el mundo, y los últimos acontecimientos demuestran que el mundo, incluso, puede estar cada vez más lejos. Lo atestiguan los cierres empresariales, las fugas de capital y la endogamia. Retrotraimiento, tan pintoresco, que nos hace tan especiales. Cádiz se repliega para mirarse Pópulo -metáfora históricourbanística que se me asemeja al ombligo- y la vida va pasando mientras a golpe de automóvil. El que hay que conducir para llegar al trabajo -en Jerez, El Puerto o Chiclana-, para acudir a un cine, comprar en un súper o salir de copas en un horario medianamente indecente, ya hablé una vez de la imposible nocturnidad capitalina.Y los resignados al coche aceptan su sino, aún convencidos de que es cool vivir en la metrópolis, aunque la metrópolis cierre sus comunicaciones a las diez y sea más fácil acceder a la de Clark Kent que salir en la Gades sin el coche. El coche, ese amante que tanto tiraniza la nómina sin el que miles de gaditanos no podrían subsistir. Cádiz es una ciudad para ser andada, y para no salir. Para creerla centro y corazón del universo imbuido de centralismo gadita. De lo contrario, dobléguense a su Seat y correspondientes emisiones contaminantes. Que el transporte público no sabe de mancomunidades y menos de servicios.

Publicado en La Voz de Cádiz el 10 de octubre de 2006

Ancianitas


Te arrastras como puedes hacia la puerta porque, ingenua, crees que no son horas para llamar a una casa. No es ni media mañana y tú, que jamás las pasas allí, abres el portón con la clarividente idea de que es un giro, un paquete, un corte inesperado de luz o alguna emergencia de evacuación. En la mirilla distingues el perfil de una tierna ancianita, lleva una batita de esas de las que se surtió Almodóvar en la última película, de esas que las abuelas se ponen para ir al campo. El pelo recogido en un moño y un bolso. Pero no prestas atención al bolso, porque crees que es una vecina perdida, algún familiar de la del quinto y no te detienes en esos detalles.Abres a pesar de tu aspecto infame y la miras solícita, amable: «Puedo ayudarla en algo». Tu afán cinematográfico incluso te traiciona -¿y si fuera un pariente antiguo a estas alturas?- pero te despejas, te agarras el pijama con la mano libre y esperas su respuesta. «¿Tiene un momentito?». Entonces le miras el bolso demasiado grande para una ancianita, repletito él de revistas perfectamente alineadas. Leches, he caído en la trampa y he caído bien. Había esquivado al de los dulces, al tenaz agente de la inmobiliaria, a la de la loteria ilegal y hasta al pequeñín de al lado que siempre machaca el timbre. No estaba preparada para la nueva legión de misioneros de Jehová que no tienen, como los mormones, un uniforme identificable. Frente a la cándida viejita no te vale el «Mire oiga no me interesa, no tengo tiempo, ni mañana, ni pasado». Te resignas. Te quedas la revista, intentas ser educada, pero has perdido la inocencia. Sabes que no volverás a abrir a ninguna ancianita.

Publicado en La Voz de Cádiz el 3 de octubre de 2006

La 'verité'

E l lenguaje significa cosas distintas según las estructuras culturales, económicas y hasta emocionales que una maneje. Se traduce en realidades diversas y se escapa de las soluciones unívocas cuando es tu vida la que está en marcha. Así, la verité es que estamos en Cádiz y aquí todo significa cosas complejas. Por ejemplo, aquí hay calidad de vida. Que no se traduce en buenos sueldos, ni en existencias amables, ni vidas de película. Se entiende más como que es mejor que no te estreses porque cada parto tiene su tiempo. Que más le vale no traer prisa porque las cosas son como son y porque «Chiquilla.,.. ¿qué vas a ganar si encima te da un infarto?». Así las cosas, la pasada semana me resigné a que nuestros son los treinta minutos de rigor, esos que tarda la cita en llegar a recogerte, el médico en recibirte, el del gas en llamar a la puerta. Y no es impuntualidad, es, sencillamente, calidad de vida... la que le entra a una cuando montada en ese vólido urbano que es el autobús número cinco piensa que podría desafiarle si correr no fuera de cobardes y una no fuera tan, pero que tan, valiente.Y es que en esta tierra de la salada claridad y la penumbra de olor a moho, lo de los tiempos del Comes no son sino metáfora transportística de la vida en cadi: «¿Para qué te vas a apurar si el chófer tarda lo que tarda, si los pisos están como están, si los sueldos son los que son? Mejor deja de sofocarte y vamos a tomar unas cervecitas que ha vuelto el sofoco y los del aire acondicionado llevan como tres semanas de retraso». «Venga vamos -respondes- pero cogemos tu coche».

Publicado en La Voz de Cádiz el 19 de septiembre de 2006

Rebequita

El calentamiento global está a punto de dar al traste con ciertas piezas emblemáticas de mi fondo de armario. Ya lo dice el propietario de la granja de cocodrilos de Puerto Real -«en unos años Cádiz alcanzará la temperatura óptima para la cría de estos reptiles»-, mientras que los lugares donde habitualmente campan a su gusto, habrán subido demasiado sus temperaturas. El chasco viene porque cuando el señor del tiempo, ese caballero que ya es casi de la familia, habla de anticiclones venideros, en clave pseudo ciclónica o sobre caudales desconocidos en embalses de la España inconexa, una continúa su vida hasta que, de repente, se ve sacudida por la evidencia. Plasmación in situ de advertencias teórico-informativas. Y es que una fue capaz de pasar invicta del Efecto 2000, los timos de las tarjetas, las coca-colas envenenadas y hasta la fobia a volar -esta última muy recurrente en estos tiempos de liturgias del calendario mediático-, con una cierta gracia y sin despeinarse demasiado el fequillo, sin embargo esta moda del planeta tórrido empieza a ir más en serio.Frente a la tragedia del calor, azotada, sí, azotada por bofetones de bochorno norteafricano, italomediterráneo o de donde leches venga el sopor, contemplo con cierta morriña mi catálogo de rebequitas multicolor. Ese escaparate, a medio camino entre el homenaje a Hitchcock y el panteón a Zara, que con tanto orgullo he lucido en las noches de relenti -conocida fórmula lingüística gaditana para traducir que lo de aquí no es frío, es humedá-. Así, las miro con nostalgia, y me miran y suspiro. Y en este septiembre rebelde empiezo a ver que todo cambia, que uno de nuestros encantos empieza a esfumarse, irremediablemente.

Publicado en La Voz de Cádiz el 12 de septiembre de 2006

Pandemia


A los que tenemos el sueño ligero, las buenas noticias, aunque lo sean, pierden fuelle si profanan el sacro momento del sofá. La de ayer tarde, no obstante, lo valía. Más que por buena, por chistosa -aún no me atrevo con el taco que, ustedes comprobarán, se merecía-. La pieza se ganó primero la tenúe respuesta ocular, del rabillo medio abierto frente al rayo catódico y, más tarde, el enderezamiento corporal completo para gozar, chocolate extrafino en mano, del delirante mundo que alguien nos vino a dejar.«El mundo está al borde de una pandemia de obesidad, según los expertos». Y chimpún, ya está, todos tan contentos, ¿Vivan los expertos! -qué vivan- y a preocuparse con otra cosa. ¿Qué será, será? Dicen que el número de obesos ha duplicado al de desnutridos y dicen, y esto si que es fuerte, que la obesidad comienza a «azotar» de manera alarmante al tercer mundo, que ha dejado la legumbre sin glamour en pos de una occidentalizada sopa de sobre.A mí, que tengo el sueño ligero, la trepidante noticia me dejó KO Borradas para siempre mis esperanzas de que los huesos bajo el escote dejaran de ser chic. Si estar gordo es ahora cosa de pobres, todavía más difícil se pone el universo objetivo de los fashion victims. Una pena, tenía ganas de ver cómo lucían rellenas algunas caras del star-system...Animada por el descanso, mi cabeza empezo a girar sobre las nuevas posibilidades: en poco presenciaremos las primeras huelgas de sobrealimentación. «La diputada progresista del CCC tuvo que ser hospitalizada con fuertes picos de hipertensión tras cuatro meses de protesta por la caza furtiva del cangrejo moro». Y a seguir. Lo que nadie se pregunta es por qué, aunque gordos, los obesos continúan viviendo más que los hambrientos.

Publicado en La Voz de Cádiz el 5 de septiembre de 2006

La noche y el mar


La noche es un paisaje de criaturas extrañas, de personajes insomnes con tendencia a divagar. Sus habitantes aceptan raramente la rutina y siempre tienen una buena excusa para arrastrarse hacia las sábanas cuando, arriba, una tundra de colores empieza a amenazar. Entre el variado catálogo de especies se distinguen los curiosos, incapaces de dejar una película a la mitad; los asfixiados por el calor o agazapados por el frío; las víctimas del estrés y los parlanchines de biorritmos cambiados. Concentrados en esa finísima línea que separa el embotamiento de la lucidez, los noctámbulos se adaptan con dificultad a las nuevas formas de vivir. A ese homenaje al orden empeñado en encerrar espacios, marcar horarios, fijar horas de cierre, y de apertura.Por eso, así, dramáticamente, embozados en el silencio cómplice de la normativa europea, los noctámbulos conocen, raramente, que se enfrentan al peligro de extinción. Esta inconsciencia del final anda entre las causas de su manso caminar entre la libertad que fue y la que pudo haber sido. Les empuja a retirarse despacio de la terraza del bar, de la barra que echa baraja aunque entre decenas de vasos, se esté a punto de conjurar la piedra filosofal. Todavía se puede encontrar alguno deambulando entre las sombras de la Alameda, escondido en algún recodo de la Zona Franca, donde no se vulnera la paz vecinal. Creen que no hay reposo que valga lo que una mirada cómplice, reactiva a la luz. Seres raros y esquivos, les invito a disfrutarlos si es que aún les queda tiempo. La ciudad ha cambiado y, al hilo de lo políticamente correcto, nuestros insomnes huyen hacia otros mares, de noche mucho menos iluminados, y más proclives a la nostalgia.

Publicado en La Voz de Cádiz el 29 de agosto de 2006

Ponerse malito


Ponerse malito significa ingresar en un club selecto, de socios meritorios. Es navegar a la contra de una sociedad que va deprisa, muy deprisa, sin tiempo para poner la oreja o darte la mano. Ponerse malito, sobre todo si como la ciruela pasa, significa sucumbir a la televisión inútil, esperar ansioso a que llame el amigo pesado, gratamente sorprendido de que, por fin, le eches cuenta. Significa pasar mil fases, mil estadios hasta aclimatarse frente al ocio obligado y la dependencia ajena. Significa, también, echar raíces en las salas de espera y salones de rehabilitación, donde descubres que tampoco eres tan raro con tu afán monotemático, tu sensibilidad descarnada y tu repetitiva tendencia a la conversación circular: «ayer intenté moverme un poco y, nada, a peor, como la semana pasada y la otra, y la otra». «Igual que a mí, igual que a mí», escuchas aliviada frente a la mirada mimosa de esa tropa medio escayolada que empieza a convertirse en tu familia. Que se despide con cierta pena cuando ese chico simpático, ya curado, abandona la manada.Ponerse malito es ingresar en un club de raros visionarios, nunca más cuchichear frente a la retahíla de la hipocondría, revestirse, a fuerza de paciencia forzosa, en serena oyente. Sentados cada mañana los unos frente a los otros, las horas de cura obligada resuelven el mundo al ritmo circular del ultrasonido, de los masajes placenteros, o dolorosos. Por eso el trauma extraño de ponerse malito, de pararse en seco y andar a la contra, termina abriendo las ventanas para dejar pasar el aire, lleno de palabras, personas y caras nuevas, que, misteriosamente, nunca más volverán a ser extrañas.

Publicado en La Voz de Cádiz el 22 de agosto de 2006

Para el domingo


El erizo es un ser divino, de formas imposibles y raras maneras de defenderse. De deslizarse suavemente mientras mueve con tiento sus cientos de púas, camino de no sé sabe qué sitio, pero bien lejos del cuchillo. Del que ostenta el individuo de manos cortadas al que le chorrea jugo del mar por las manos y la frente. Ése que te dice, «Shishi, llévate un par de plato, que luego tiene que hacé otra vé la cola».Se contonea el erizo con dificultad, por eso no resulta traumático herirlo de muerte. Una nunca termina de saber que son las entrañas de algo vivo por donde pasea la lengua. Músculo preparado para las dificultades, para adaptar contornos al compás de una mixtura que es en sí misma la esencia del caos. Criatura afín a la cerveza fría y las gafas oscuras, al día que empieza a las tres de las tarde para terminar de madrugada, el erizo sabe a vida y a Manzanilla, a buena charla y beso nuevo.Tiene el erizo una capacidad innata para el buen rollo, el olvido selectivo y la risa floja. Algunos le otorgan cualidades afrodisíacas. «No hay más que verlo», aseguran. Otros, simplemente, le agradecen que sea capaz, por unas horas, de borrar del mapa las agencias de refinanciación de créditos, los contratos por obras, los sueldos pírricos... la amenazante masa de gente sin vergüenza (que no sinvergüenza, no haya equívoco) que campa sin cuita por nuestra vida. Hay quien no se atreve con su sabor obsceno y su color amenazante. En todo siempre ha habido cobardes. Por eso el domingo unos disfrutarán más que otros de la entrega. Si aún no saben de qué les hablo, prueben. En esto, como en todo, nunca es demasiado tarde.
Publicado en La Voz de Cádiz el 16 de enero de 2007

Queda el verbo

En el principio fue el verbo y, del verbo, los problemas. Conjugaciones, malentendidos, faltas de ortografía... en el principio nadie pensó lo peligroso que podría ser darnos una boca... y unos dedos largos para dejarla hacer...
En el principio, este juego aún no tiene reglas... se crearán solas. Ya se sabe, hacen falta, sobretodo, para saltárselas.

EN EL PRINCIPIO

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

Blas de Otero