Mostrando entradas con la etiqueta Cádiz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cádiz. Mostrar todas las entradas

martes, 2 de diciembre de 2014

La solidaridad, la adopción y la dificultad para detectar acentos

-¿Dirección para enviarle el carnet?
-Bla, bla, bla, bla, bla... 08022 Barcelona.
-¡Oh! ¿Ves? Luego dicen que los catalanes somos insolidarios... ¡Una catalana aquí haciendo su contribución!
-No soy catalana, soy de Cadi.

Silencio.

-Ah... Bueno... Pero ya llevas mucho tiempo en Cataluña, ¿verdad?
-Nop.
-¿Cuánto llevas en Cataluña?
-No llega a dos años.
-Ohhh... Bueno, ¡pues ya te adoptamos!
-No, gracias. No hace falta.

Demasiado temprano, demasiado shockeada y demasiado piadosa como para contarle mi vida a esta pobre chica que además debe estar fatal del oído. Hija mía, es una cuestión de alergia al pensamiento único, fe en la terapia y descreimiento gadita pero, no, agradeciéndote tu amabilidad, prefiero seguir huérfana. Si me lo llegas a ofrecer hace unos años… 

viernes, 16 de marzo de 2012

Vive La Pepa 2012

Los que leen el blog y me conocen bien la carita, saben que además de neurótica empedernida y grafómana intermitente tengo un empleo. Un empleo que ya no es exactamente de periodista y sí de chica para todo. Aunque haga de periodista de vez en cuando y todo tenga que ver con esa palabra que a veces odio y otras adoro, comunicación. Comunicación corporativa, comunicación institucional, comunicación 2.0, comunicación de crisis, comunicación, comunicación, comunicación. Una 'especialidad' donde todo entra, lo cual es estresante pero nada malo dado los tiempos que corren. Y como en ese cajón de sastre cabe de todo, también cabe comunicar con herramientas que no son letras. Así salió primero el plan de comunicación, luego el eslogan, luego el briefing… Y dificultades aparte, al final salió este anuncio –spot para los entendidos- del que me siento muy orgullosa.

No es fácil, y más en estos tiempos de recortes, vender una constitución :b

lunes, 16 de enero de 2012

Nunca sigas el...

Consejo de un perro

No entierres el hueso
para rescatarlo mañana.
Te sabrá a tierra


Con su nuevo poemario Los Augurios, en La Clandestina, el próximo 27 de enero :)

jueves, 18 de noviembre de 2010

Postales Típicas I

En la consulta del fisio. Paciente 1 cuenta la razón de su cojera -un accidente en moto- a Paciente 2 y Paciente 3. Paciente 4 -una servidora- acaba llegar, como puede, tirando de su pesadísima cabeza.

Paciente 1: Y no fue el golpe, fue la postura. Mala suerte que uno tiene. Me di contra el canto y me rompí los huesos. Los dos. Y no sólo eso. Si no que se me salieron... Y no veas la sangre... ¿Y lo peor? El tiempo. 45 minutos que tuve que esperar porque en Cádiz no había ambulancias. La tuvieron que traer de San Fernando.
Silencio general. La visión es bastante asquerosa. Cinco segundos de pausa aprox.
Paciente 2: En Cádiz ya no hay ni ambulancias. Ya no hay nada. Es una ciudad fantasma.
Paciente 3: En Cádiz sólo vamos a quedar los funcionarios y los jubilados.
Paciente 2: Ni eso... ¿Tú te crees que para buscar una tienda especializada en pesca haya que irse a Jerez? Ni para los jubilados va a valer esto...

Paciente 4 cierra los ojos. Es verdad, ahora mismito ni siquiera sabría dónde pillar ahora una caña del país...

jueves, 13 de mayo de 2010

Que ganas tenía que llegara el mes de los caracoles...



-¿Qué tal van esos caracoles? ¿Van a querer algo más las señoritas?
-¡Súper ricos! Nena, ¿tú tienes más hambre? Yo sí. ¿Qué más tienes?
-A ver que piense... Caracoles... Mmmmmm... Caracoles... Caracoles, vamos.
-¿Y ná más?
-¿Qué más quiereeee?

Pues eso, ¿Qué más queremos?


El día que AnaM conoció La Palma del Hondillo, en la esquina de Ruiz de Bustamante con Marqués de Cádiz.

martes, 6 de octubre de 2009

Reflexiones

No es de extrañar que esta Navidad, en lugar de "cancelar" los regalos de pascua por la crisis, agasajara a sus compañeros con una zapatillas de deporte. "Es tiempo de correr" le gusta repetir y aquí también lo dijo bien claro...

martes, 25 de marzo de 2008

La enfermera atrezzo

Parece que a los de PRISA les ha levantado el prurito, agitado el corazón y provocado sudores fríos el hecho de que en pleno siglo XXI una clínica privada –concertada, por cierto, con el dinerario público- obligue a sus empleadas a lucir medidas de pornochacha en sus quehaceres biosanitarios. Se ve que, como reza el orgullo urbano, Cádiz es una isla, y ninguno de estos avezados periodistas ha tenido la oportunidad de visitar a un primo-novio-abuelo operado de vesícula-apendicitis-menisco en el ahora mediático hospital San Rafael. Y es que un paseíllo leve por sus pasillos da buena cuenta de lo cuidadísima que hay que estar cuando, si no por treinta y tantos años de carrera y mucho curro a tus espaldas, has de conservar el pan en una empresa que hace mucho tiempo que encargó sus uniformes a una fábrica de disfraces eróticos.
Yo tenía apenas 17 años cuando la operación de rodilla de un noviete de instituto me llevó al área de traumatología del sitio y, con ella, a un paraíso de féminas perfectas con impolutas faldas por encima de la rodilla. A la segunda visita y probablemente más animada por complejos adolescentes que por diatribas feministas, me volví al chico en cuestión para preguntarle: “¿Todas están así de buenas?”.
Que ser guapa y tener buen culo no es símbolo de ser tonta e inútil es una lucha con la que más de una mujer explosiva tiene que vérselas cada día, ahora, seamos sinceros, empieza a oler a chamusquina que en una plantilla de más de cien empleadas las señoras imperfectas, mayores o ajadas –que las hay- estén en franca minoría.
Como doy por hecho que todas las señoritas seleccionadas, incluso las que no protestan por tener que desarrollar su trabajo sanitario con incómodas minifaldas, son estupendas profesionales en lo suyo y como no pienso entrar en el estéril debate de estasseñoritasestanigualdepreparadasqueotrasmásgordasyfeas aunque las poco agraciadas no consiguieran similar contrato, me pregunto que hará la Junta –además de prestar sus abogados a las enfermeras damnificas, qué loable y mediático gesto- con un centro de políticas tan, me incorporo en la silla para decirlo, asquerosas.
Mientras las Ser, CNN y Cuatro despotrican de una noticia que nos lleva de cabeza a las cavernas –por favor caballero, tíreme del pelo pero no me estropee las medias que trabajo con falda-, la falta de infraestructuras públicas en Sanidad continúa dándole pábulo y dinero a instituciones privadas que, como bien dice, el patrón del buque, “pueden aplicar sus normativas como quieran”.
La tormenta pasará y las enfermeras sexys que tan contentos tienen a los viejetes de la institución en cuestión seguirán teniendo que lucir palmito aunque éste no las ayude a lavar a los enfermos, sacarles sangre y curarles las llagas. Y tendrán que hacerlo con una sonrisa o, a falta de que les quiten los 30 euros de productividad, se verán muy dignas y muy feministas ellas, en la puñetera esquina del paro, esperando a que la justicia y la igualdad les paguen las facturas en la ciudad con menos esperanza de España.

jueves, 4 de octubre de 2007

La fonética y la identidad


El español comparte con ciertos idiomas una configuración fonética de sonidos similares. Cuando uno sintoniza la televisión griega o pilla algún eco de Radio Euskadi, tiene la extraña sensación de que anda oyendo su lengua vernácula a la que algún rito satánico ha dado la vuelta. Esta regla facilona resulta imposible en determinadas circunstancias. Es por ello que el gaditano de reciente cuño no comparte con nadie ciertos sonidos guturales de difícil tasación. Uno puede pasarse la vida intentando imitarlo pero sólo una adolescencia enchufada al contralto de turno y una infancia regada por grabaciones caseras de las finales infantiles consigue lograrlo.

Directamente relacionada con las sinergias pandilleras que a unos les llevaron por el falaz camino de oxigenarse las puntas y a otros por los gloriosos adornos de la rojigualda, pertenecer a una manada con cordones de oro, camisetas sin mangas y coletilla torera en la nuca, presupone el don de ser capaz de hacer resonar la voz entre la nariz y la garganta y de gozar de un vocabulario propio cifrado en monosílabos crípticos, con el Ein a la cabeza.

Un fenómeno de fonética típicamente gadita que antes me irritaba y ahora empiezo a ver como una inteligente manera de comunicarse sin que nadie nos entienda. Si no, hagan la prueba, coloquen a su pariente de allende Despeñaperros en mitad del universo canicadi. Háganlo y lo comprobarán. Con ojos como platos tendrá que rendirse a la evidencia de nuestra peculiar fórmula para trabajar la identidad. Tendrán que morder el polvo antes de ponerse a descifrar.

Publicado el martes 2 de octubre en La Voz de Cádiz