martes, 27 de marzo de 2007

Protocolo


Ayer por la tarde caminaba en mi habitual periplo hacia el baño -soy de las obsesivas bebedoras de agua, té si estoy en casa- cuando el protocolo civil me ha dado una bofetada en la cara. Puede ser que tenga que ver con la extraña lucidez de los días grises, especialmente proclives a que, si la pasión no los salva, la cabeza divague en planteamientos abstractos, verdades finitas y otras cuestiones que tienen más que ver con nuestro lugar ese día en el mundo que con otros hechos más prácticos.
Caminaba camino al baño cuando alguien, no importa quién, ha salido del ascensor para preguntarme. «Niña, ¿qué tal?». Detenida, in situ, ante el tono de interrogación, me he descubierto a mi misma elaborando una respuesta real para el estímulo. «Buff, muerta. Parece que me han dado una paliza».
Intercambio de sonrisas aparte. Al fondo del hall, alguien, con cara de hoy me dado por ser tu conciencia, ha sonreído con media cara sosteniendo su café.
Ya sé qué vas a decirme, he pensado yo... «Ya, ya lo sé. Nadie me ha preguntado para obtener una respuesta. No puedo quitarme la manía de contestar a las preguntas protocolarias... no puedo. Y lo peor es que empiezo a darme cuenta de que soy un poco coñazo».
El conciencia, bauticémoslo así, ha sonreído con indulgencia antes de beber un sorbo. En el fondo sabe que hay cosas que cambian con dificultad... No es que dejar de contestar a este tipo de preguntas sea un propósito para la primavera ni nada que se le parezca, aunque ayer, día de nubes grises, alguien haya venido a recordarme que, en realidad, nuestra vida le interesa a mucha menos gente de la que, al cruzártela, te pregunta por ella... Interesa, eso sí, en otros registros y a otros niveles... con una intensidad que a veces halaga y otras horroriza. Aunque ésta, y todo lo que promete, es divagación de otro costal.

Publicado en La Voz de Cádiz el 27 de marzo de 2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fati, lo cortés no quita lo valiente y tú, monada, de eso andas sobrada. Animo, disfruta la primavera que promete!

Besos

Lucía