viernes, 23 de abril de 2010

Ellas nunca parecen vencidas



El principito fue a ver nuevamente a las rosas:

- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.

Y las rosas estaban muy incómodas.

- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, porque es ella a quien he regado. Porque es ella a quien abrigué bajo el globo. Porque es ella a quien protegí con la pantalla. Porque es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Porque es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Porque que es mi rosa.


El Principito
Antoine de Saint-Exupéry

Feliz San Jordi...

2 comentarios:

Equilibrista dijo...

Feliz día del libro, Fátima! Maravilloso fragmento de un libro maravilloso!

Anónimo dijo...

Nadie lo podrá decir mejor...