miércoles, 22 de agosto de 2007

El cine, la música y el empacho


El fin de una carrera en el cine lo marca una revista femenina». La frase no es mía, es de un profesor de teatro -todo el mundo tiene un pasado- que me destruyó la autoestima y me dejó, a cambio, un amplio espectro de frasecillas recurrentes. Hablaba sobre la falta de profesionalidad de las actrices del cine español. Uhhhhhh... Habrá quién desee atizarme después de tan gratuita generalización. No es mía, no me responsabilizo de su impertinencia, pero la comparto. Sabrán si me atizan o no.

Se refería el hombre a que el problema de las actrices patrias es que muy pronto, segundos después de su primera gala de los Goya, a algún redactor jefe de revista multicolor se le ocurría explotar su cara de ángel para convertirla en líder de opinión de la cosmética. Un Los secretos de belleza de... y, por arte de birlibirloque, sin que mediaran un par de pelis con las que sustentar una carrera, la nena se convertía en el rostro del cine nacional. Flor de un día para ser devorada, meses después, por otra cara bonita tampoco dispuesta a molestarse por dar un mísero cursito de interpretación.

El rollo viene -alguno se lo habrá preguntado- porque últimamente, en la música, pasa algo parecido. Hasta el alma está una de leer, festival tras festival, los mismos nombres abocados a redimiensionar la industria cultural. Abocados y abortados, tres entrevistas chorras después.

Morir de éxito es muy fácil. Se lo digo yo que no lo he tenido nunca y deseando estoy de cegarme de super yo. Ciertos gurús deberían hacer un repasito al panorama progre de la música bien vista, ésa que no es OT y marca estilo. Ésa que en ocasiones adolece de energía para encarar como se debe el reto de un segundo, un tercer disco. Ésa de la que todo el mundo habla bien y, a base de halago, empieza a producir empacho.

Publicado en La Voz de Cádiz el 14 de agosto de 2007

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Malos tiempos para las primerizas primeras actrices. No ha mucho que éstas, tras un estruéndoso éxito, se convertían en exitosas damas esposas de acaudalados empresarios, toreros u otros hacendados y abrillantinados machos ibéricos. Estos las retiraban del faranduleo y ellas tan contentas rellenando cuché apoyadas en sus chimeneas rococós. Pero hete aquí que lo que se estila hoy día es el compadreo entre artistas en chiringuitos de Zahara con tintorros de verano y papas fritas. ¿Y ahora quién convence un o una artista treintañer@ en decadencia que se le acabó el chollo?
Siempre me ha dado pena la decadencia en la que el interesado o interesada es quien menos se entera de la misma.
Y hablando de Zahara. El sábado próximo estará mi dios, Javier Ruibal, en La Gata a partir de las 12 de la noche.

Besitos
Antoñín

Unknown dijo...

Ahora las que se casan con empresarios, toreros y borbones son modelos... El glamour es lo que tiene...

Fletch dijo...

Si no se Bebe de las fuentes....es lo que que tiene, máxime si no hay una mala guerra que echarse a la boca. (O las que hay ya están sobreexplotadas....)

"You're just a stupid girl
You really got a lot to learn
Start living again
Forget about remembering
You're such a stupid girl

You're such a stupid girl."

Como siempre, lo mejor es recurrir a los clásicos.

Mis respetos