viernes, 22 de abril de 2016

Cenicienta

Escucha Ricky, yo te voy a decir una cosa. Que a mí todo este rollo de Ahh me pasó toda la noche contigo pero luego no me quedo con tu nombre me ha tocado muchísimo los cojones. Que sí tío, que no estoy para historias, que me sé de qué va la peli por muy víctima que se quiera poner ahora con que no sabía quién era yo, que a ver si me vuelve a ver… Bah.. A ver si encuentra una excusa para aparecer por aquí un día y me echa un ojo a ver si le sigo pareciendo mona. Que se le caía la baba el otro día y me lo tenía que quitar de encima de lo pesao que estaba, hombre... Vamos, que porque se me pasaba la hora del metro y encima tenía a la Loli, que le tenía que devolver el traje que se lo habíamos choreao a su hermana que si no, me vuelvo loca y a saber. Vaya, no sé, que a lo mejor nos enrollamos a saco y no monta este pollo del encoñamiento y de preguntar por mí a todo el mundo.  

Si es que lo del misterio y lo de dejarles con las ganas se ve que funciona... No me mires con cara de empanao tú tampoco. Que eso lo dice siempre la Loli y tiene toda la razón del mundo. Mejor irte en el momento justo y quedar como una señora, dejarle, ¿cómo se dice?, con la miel en los labios. Sabrás tú lo que es la miel y lo que es dejar algo pa luego que eres más compulsivo que la madre que te parió. Un animal, vamos. Que cuando conociste a la criaturita de la vecina bien que aquí te pillo, aquí te mato. Por poco os lo montáis delante de todo el mundo. Bueno, a lo que iba, que tampoco te quiero marear que estás deseando darle fuerte y flojo al mierda de gimnasio ese que te has montao y que te tiene todo el día pillao y loco de la cabeza. De verdad Ricky, que vida más triste, hijo mío... 

Oye, que digo que como el Johnny aparezca por aquí, yo me hago la sueca también. Tampoco me voy a acordar de quién era él, mira tú por dónde... Que si le he visto, no me acuerdo y que se las entienda con la mujer de mi padre si quiere verme. Y a ver si me dejan salir este finde porque, con todo lo que tengo en lo alto, no vuelvo a ver la calle hasta el año que viene. ¿El qué? Contri Ricky pues toda la movida de la casa que menudo trato hice chuleando con que dejaba los estudios. Que la casa requiere orden, que sus niñas están hasta arriba con las tareas del instituto, que si ella se encarga de las compras y a mí me toca el resto. Ni que fueran hermanas mías, que yo me las encontré hechas. Vamos, que echo más horas aquí que cuando estaba en la academia. 

¿Mi padre? Mi padre no dice ni mú porque es un calzonazos. Ese sí que está encoñao... Y la otra que es muy lista. Ella y sus niñas que han hecho el negocio. Que, vamos, que están estudiando sí, pero que no son mancas, que se podían hacer al menos la cama. 

Yo creo que mi padre y ella piensan que a lo mejor me agobio estando de chacha y vuelvo al FP. Pues van apañaos con lo tranquila que vivo yo de mujer de mi casa, bueno de la casa de ellos. En fin... Lo que te digo, Ricky, que a ver si al Johnny se le aclara el coco y viene a buscarme porque yo me piro vampiro y me largo con él. Y no te digo un día de cachondeo, que me largo y me largo… Y hago una locura. Hombre, que a mí el Johnny me gusta, que tiene mucha clase, que tiene curro y un piso y todo. El otro día con eso de que yo iba tan guapa y había tanta gente, que no te digo yo que no me reconociera, pero que estuvo súper guay. Un caballero. A mí con las prisas de que me daban las doce por poco me da algo. Como que me dejé allí mismo la bolsa donde llevaba los tacones de la hermana de la Loli,  que aquello había empezado muy pronto y yo ya me había puesto las chanclas. No veas el cabreo que tienen aquí conmigo porque llegué a las tantas. Vamos, que dice mi padre que yo no salgo más hasta nueva orden. Oye, ¿La has oído? La mujer de mi padre, que me está llamando. Que tia más pesá por favor... 

-¿Qué quieres?
- Niña, sal fuera que te traen una bolsa que te olvidaste en nosedónde
- Hostias que va a ser él.
- Sal, anda, que es un chaval así de tu edad, guapo.
- Hostia, Ricky, ¡que va a ser el Johnny! 

- Anda, niña, deja eso que te está esperando en la puerta. Y chiquilla, hazme un favor: ¿quieres dejar de una puñetera vez de hablarle de esa manera al hámster?

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