lunes, 2 de septiembre de 2013

Melodía de la semana

Septiembre siempre me ha olido a bizcocho en tarde de lluvia, rozaduras en los zapatos y películas de sobremesa. Una mezclilla de placer y tristeza que los portugueses llaman saudade y que es muy gallega. Será por eso que la siento tan mía. Mi primer septiembre en Barcelona se adelantó un poco con la gota fría y me gustó el olor de la calle mojada. Olor a casa, aunque esté a mil kilómetros. Leica y yo resguardadas frente a lo que será la Biblioteca Joan Maragall de la que pensamos, bueno, pienso, sacar mogollón de libros. Cada septiembre me planteo que mantendré el bronceado, haré dieta y estudiaré el siguiente nivel de inglés. Todo me suena a conocido, me huele a conocido. Será que, en el fondo, no lo siento tan lejos...

2 comentarios:

Lazarov me marea dijo...

Bien contado!! Yo también te siento cerquita, choni. Besotes!!

Anónimo dijo...

Septiembre, buen mes para comenzar proyectos, y cerrar otros tantos :)

Aprendiz de arpía