jueves, 7 de julio de 2011

La huida

El hombre que huye se agazapa junto a la cama. Ha esquivado su pasado, borrado su futuro, diluido su presente. Ha dejado atrás lo que quiere, lo que quieren, lo que espera, lo que esperan. Ha escapado hasta alcanzar una zona de seguridad donde nada puede atraparle. Desde hace un par de noches, sin embargo, está seguro de que han conseguido seguirle hasta allí. Puede ver en el reflejo de la ventana la figura siniestra de aquel hombre observándole. Está sentado en silencio y le mira fijamente. Se ha puesto su camisa y tiene su misma cara.

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