Los que me conocen mucho saben de una extraña contradicción -una más- que hace que me ponga contenta, sospechosa e inexplicablemente contenta, con las canciones de desamor y nostalgia arrebatada.
Esta tarde un tema macrosentimental me ha sorprendido en mitad del trabajo para arrancarme una sonrisa y acelerarme a saco el corazón. Se me han olvidado las coñas, el malestar general y el dolor de espalda, por obviar esa tan mujeril sensación de fealdad que a veces a todas nos da en la cara...
También saben los que me conocen que resultaba un poco raro no haber hecho, todavía, algún tipo de homenaje solapado a esos chicos suecos que, dicen, van en ventas detrás de los Beatles... Ya sabéis que soy muy puntocom, aunque alguno -en sus momentos de odio- les de por cuestionar si existe o no la esencia de la femineidad...
Espero que a alguno os arranque una sonrisa, si no por la musiquita (Flash cotilleo: verdaderamente maravillosa si tenemos en cuenta que su estreno coincide con la separación sentimental de la segunda de las parejitas del grupo, Benny y Frida) al menos por el vídeo que no tiene desperdicio. Atentos a momento IKEA, al instante empapelamiento (entre repugnante y erotizante en sus texturas...) y a ese homenaje caleidoscopico a la obra de dos peluqueros a los que Manu nunca podrá igualar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario