lunes, 31 de octubre de 2011

Versos

...Tal vez Satán puso en vos
su vista fascinadora,
su palabra seductora
y el amor que negó a Dios.

¿Y qué he de hacer, ¡ay de mí!,
sino caer en vuestros brazos,
si el corazón en pedazos
me vais robando de aquí?...

J. Z.

Contaminación sentimental o maneras de perder (tontamente)

El otro día vi una peli sobre cartas que se confundían. Me explico: una adolescente enamorada le escribía cartas al guapete del pueblo y éste creía que se las escribía una cuarentona rubia y monísima que era algo así como la protagonista (es que era una comedia coral). Resultado: Guapete y cuarentona vivían un idilio sexualmente gratificante pero vacío de contenido que finalizaba diez minutos antes de terminar la película. Porque era en esos diez minutos que la cuarentona se enteraba -accidentalmente, claro- que a su vez no leyó veinte años antes la carta que un guaperas de su quinta le escribió declarándole su amor eterno y, lo que es prácticamente lo mismo, sus ganas de establecer una residencia juntos en NY. Ciudad donde el guaperas se pasó las dos siguientes décadas más solo que la una porque no tuvo mejor idea que meter la dichosa y transcendental cartita en una especie de pestaña falsa adosada a una postal que la cuarentona -que entonces tenía veintitantos- naturalmente no vio. En realidad no sé si me he explicado demasiado bien. En realidad quiero decir que el otro día -mediodía en casa de mi postiza tía Mari, más precisamente- me tragué una película sobre gente que pierde el tiempo. Toda la película iba, básicamente, de eso. Junto a estas historias principales danzaban otras de similar cuño, todas entroncadas con cartas que no se recibían y que puteaban profundamente las vidas de emisor y receptor para regocijo del guionista sádico que creyó que era un buen argumento para arrancar la lágrima fácil y engatusar al público con la esperanza falsa de que Siempre hay una segunda oportunidad.
Así que me he dado cuenta de que el otro día vi una peli sobre confusiones que hacían a la gente perder el bien más preciado que tenemos sobre esta puñetera vida: el tiempo. El que no vuelve, ni se compra, ni se vende, aunque haya quien lo intente (uy, rima y todo :b). Mientras me tragaba la edulcorada historia me fui poniendo progresivamente de mala leche. Y no porque fuera tonta y estuviera mal interpretada, que eso al mediodía y con la oferta disponible hasta se aguanta, sino porque caí en la cuenta de cómo estos guionistas de espíritu perverso terminan filtrando sus terribles historias en el paisaje de nuestras vidas. De nuestras vidas de verdad, donde el tiempo no vuelve a comenzar desde cero si reactivamos la pista, si le damos al REW - FF para pasar los malos ratos-. Mi exex me contó una vez que un jefe suyo llevó a su mujer a hacer el mismo viaje con el que Richard Gere agasajara a la Princesa Vivian para ver La Traviata y un amigo -adoradísimo pero brutísimo- por poco quema su casa por llenarla de velas para pedirle matrimonio a su mujer a pesar de que llevaban por entonces viviendo juntos como cuatro años. Somos pasto de propaganda sentimental de Hollywood y yo la primera. Mea culpa. Pero una cosa está en malgastar nuestros euros -entonces pesetas- en un viaje relámpago a NY para tratar a nuestra mujer como a una prostituta (no podía evitar el chiste) o  consumir el oxígeno de un piso para echar un polvete original imaginando que nos custodia una chimenea crepitante, y otra muy distinta jugar con el tiempo. Esto es, con la vida. Que es una, grande y no tan libre como nos enseñaron. El romanticismo cultural -el de los suicidas de los paisajes brumosos primeros y el de Pretty Woman después- es delicioso si no tenemos tiempo o ingenio para inventarnos declaraciones de amor originales y resultar epatantes -Ya van por tres los que me cuentan que hicieron el numerito de las cartulinas del penoso amigo de Love Actually- pero, señores, tengamos cuidado. Que por ahora las pruebas de reencarnación no son muy sólidas y es posible que ciertas oportunidades, ciertos minutos, segundos, horas de la vida de uno, no se vuelvan a repetir.
-Vaya tía, ¿sabes qué? Siempre he pensado que R tuvo que sufrir mucho cuando le dejaste. Sé que él era un vaina que no esforzaba y que se lo buscó un poco pero, penco y todo, te quería mucho.
-Sí, lo sé. Aún me mira con ojos tiernos cuando me encuentro con él y con su nueva familia.
-Oh... ¿Ves? La verdad es que, no sé, podría haber luchado un poco, ¿no? Te dejó ir con mucha facilidad y teníais una relación bonita a pesar de todo.
-Ya... Además creo que con él hubiera sido feliz.
-¿Ves? Si hubiera sido un poco más luchador, no sé...
-Bueno, en realidad no fue exactamente así.
-¿Cómo?
-Lo de que no lo intentara... ¿No te he contado lo del cedé?
-¿Qué cedé?
-Me escribió una carta, bueno un mensaje, bueno, varios. Los metió en un cedé que él me había regalado y en varios libros.
-¿Qué dices? No me habías dicho nada...
-No, porque las encontré como dos años más tarde. Ya cada uno teníamos nuestra vida.
-No me jodas.

Pues eso. Este podría ser el argumento de una película pero no, lo que lo hace terriblemente más dramático. Entendiendo y todo el momento de subidón barroco que le debió dar a él para hacerse semejante paja mental Sí encuentra mis cartas será porque está escrito en el destino, ¿podéis imaginar una forma más idiota de perder el tiempo? ¿Y un final más triste? Yo no.

Frases célebres

Sonia: "Cuando otros destilan alcohol, yo destilo gominolas".

viernes, 28 de octubre de 2011

Morriña

Dice el Chapa que hay cosas que no caben en las estructuras que nos da el lenguaje.
¿Cómo vas a definir lo que es el amor? ¿O el miedo? ¿O hasta el frio? Si cada amor, cada miedo, cada frío es distinto. Una no nació con la suerte de tener varias lenguas maternas pero sí que se acercó mucho a algunas. Tanto como para que al oírlas se despierten cosas que tampoco las letras y los fonemas pueden explicar con exactitud. Hay idiomas que despiertan caricias, o arañazos. Que te hacen sentir una diva o te descomponen el cuerpo con los recuerdos de una entrevista de trabajo. Hay idiomas con los que has crecido, que entiendes aunque no sean tuyos. Bueno, porque son un poco tuyos... La lingüística tiene algo de matemática y algo de magia por eso es la única ciencia –abstenerse a cuestionarlo- que medio entiendo. 
Hay sensaciones imposibles de meter en un molde pero también hay palabras pequeñas y gigantes que se acercan mucho a ellas.

Lo importante es parecerlo

LA ASESORA FISCAL: Fátima, ¿sabes por qué te llamo?
UNA SERVIDORA: Sí.
LA ASESORA FISCAL: ¿Ya te lo han ingresado?
UNA SERVIDORA: Sí.
LA ASESORA FISCAL: Lo imaginaba… Me metí el lunes en la web de la Agencia Tributaria y lo vi. Bueno, pues ya sabes, no te lo gastes todo de un tirón…
UNA SERVIDORA: No, claro que no.
UNA SERVIDORA (PARA SUS ADRENTROS): Anda que no…

jueves, 27 de octubre de 2011

Soluciones

A María se le salió el corazón por la boca y decidió entonces que era un poco absurdo volver a comérselo. Nunca le habían gustado las vísceras y mucho menos las propias. Sabían más amargas de la cuenta y además tenían largas y pesadas digestiones. Con el corazón en la mano, buscó un recipiente adecuado donde transportarlo. No valían los cestos, porque la sangre se filtraba, con el dramatismo medieval del gota a gota. No valían las bolsas de tela que tenían el mismo problema. Tampoco las urnas con su tufo fúnebre, ni las fiambreras propias de las sobras del domingo ni, por supuesto, ningún recipiente de madera. Desechó las bolsas de plástico por vulgares y las peceras por transparentes. No estaba ella como para andar por el mundo enseñando a todos la íntima mecánica de sus sentimientos. Anduvo con el corazón desnudo unos días –a punto de congelársele de frío y de llenarse de polvo-  hasta que se topó por accidente con una olvidada caja de lata. Una de esas cajas gastadas que algún día contuvieron dulce de membrillo. Sacó las fotos viejas de dentro –no hay nada peor que encerrar un corazón entre recuerdos- y depositó el ensangrentado órgano con muchísimo cuidado. 

Desde entonces, de vez en cuando, se siente un poco vacía cuando se lleva la mano al pecho. Entonces abre la lata estampada de claveles y lo contempla ensimismada. Se siente tentada, alguna vez, con volver a comérselo. En esos casos lo lame con delicia y lo saborea. Paladear metal dulce y salado. Es un rito casi materno que al corazón le agrada porque tiembla con regusto. Como bebé después de la ducha, se siente limpio y agradecido. Con esta nueva fórmula no echa de menos el calor de un cuerpo y, lejos de bilis, decepciones, mordidas, lágrimas y otras digestiones problemáticas; se siente victoriosamente entero.

martes, 25 de octubre de 2011

Frases célebres

Anabel: "Pon un cani en tu vida antes que un guachi: se lo montan mejor, están más buenos y tienen menos pretensiones".

Una estrella en la biblioteca

Que después de meses haya quien se acerque a la estrella y la acoja, le dé un sitio en su galaxia y además quiera compartirlo, es un verdadero honor y un gustazo. Os paso la entrevista que Raúl Rubio ha publicado en La Biblioteca Imaginaria sobre La Estrella Invitada. No tiene enlace directo así que hay que buscar en la web hasta la fecha 20/10/2011 9:24:10, sección Conversaciones en Diferido en el menú. También hay una reseña!!!!!!!
Desde aquí, la estrella y yo reiteramos nuestro agradecimiento :)
bsotes

lunes, 24 de octubre de 2011

Melodía de la semana

Dos amigas que se dan la mano pero no como en la canción cursi, sino en un bus de regreso, con nuevas patas de gallo y ampollas en los pies. Cosas que han cambiado en un puñado de días. Llevamos  un mapa pero no cogemos atajos, porque ya no hay ganas de hacer el tonto. Llegar a casa y que te acoja, que te abracen las paredes y hasta la nevera famélica, como siempre. Saber que nos movemos en frecuencias, que somos como una vez me dijeron, líneas que se unen en el infinito. Elegir las que quieres ahora a tu lado, despedir a las que se quedan en el camino. Dejarles la puerta abierta porque sin esa rendija ella y yo no nos daríamos la mano en este autobús. Porque todos hacemos el tonto, porque a todos alguna vez nos arrastra la rabia, la euforia, el miedo, el sentimiento. Hacer maraña con los tuyos. Crear nudos, hacerlos y deshacerlos, creciendo con ellos. Encontrar centros en espacios, con personas, que tal vez no vuelvas a ver nunca. “¿Te das cuenta? Es el destino. Ni siquiera tenías que haber estado este fin de semana aquí”. Sin prisa, sin creerse demasiado fuerte. Pasar por la vida, por la tuya y por la de los demás, estando presente -Vaya, creo que por fin lo he entendido-. Viéndote y viéndoles. Identificando los disfraces y los atajos, los tuyos, los suyos. Sintiendo un poco de lástima por la última hora de conexión. Esta vez elijo tomar el camino largo, he dejado de huir y no ha sido tan grave. Le he dado la vuelta a mi piel para descubrirme de nuevo: las cosas que soy capaz de hacer, o de no hacer. Buscar un centro de gravedad permanente, flotar. Y disfrutar flotando.




miércoles, 19 de octubre de 2011

Frases célebres

Sonia: "No es por nada Fátima pero me he dado cuenta que a los católicos les huele muy fuerte el zudor".

(la "z" es intencionada)

viernes, 14 de octubre de 2011

Frases célebres

Lolo: "Niñas, no olvidéis que entre las bermudas y el pirata hay 20 cm de estilo".

Esoterismo en la consulta

-A ver, mira hacia mí. Vaya... Puedo ver que has estado atravesando una etapa de muchos nervios, mucha tensión. ¿Sigues así? No, ¿verdad? Pero has estado muy tensa,  ya veo que sí, han sido años... Puede verse aquí y aquí. También has tenido una época en la que has dormido mal. ¿Estás mejor ahora? Vale. Te has desgastado mucho. En general esto tiene muy buena pinta, se ve que la tensión ha roto esta zona del cuello y separado la corona... pero también se ve que ha parado.

Yo no contesto porque tengo la boca abierta. Y no es porque este señor, que por año está más amable y cariñoso -¿Desde cuándo te conozco? ¡Desde los once!-, me tenga sorprendida con su capacidad de adivinación y sus profecías. No es porque las cartas de tarot me hablen del pellejazo con el que perdí la flexibilidad cervical y la inocencia, ni con los sueños de princesa convertidos en pesadillas. No, este señor no es mago, ni echa las cartas, sino que me tiene tumbada en una silla articulada con varios espejos metidos en la boca. Yo no contesto porque estaría feo eso de escupirle el tragababas y los enseres para explicarle mi vida.

-Esto está estupendo, sigues sin una caries y tus encías continuan perfectas. Qué alegría que me da  verte hecha una mujer.

Cuando salgo de la consulta, mientras me paseo la lengua por el dolorcillo delicioso que te dejan después de la limpieza, caigo en la cuenta de que su diagnóstico tiene un punto místico que me alucina. Podemos ponernos las máscaras que queramos pero es complicado engañar a cierta gente. Podemos creer que vamos dando el pego por el mundo pero, al final, no puedes mentir a tu dentista.

lunes, 10 de octubre de 2011

Quizás María tiene razón...

- ¿Te duele si te toco?
- No.
- ¿Seguro?
- Sip...
- Pues parece todo lo contrario.
- No me duele, de hecho, me gusta.
Yo, mi contradictoria relación con las cicatrices y un titular sorpresa que acabo de encontrar en Calle 20.

domingo, 9 de octubre de 2011

Frases célebres

Evelio: "Los lunes hay que cotillear bien las nuevas amistades que se crean en Facebook. Son la caza del sábado...".

jueves, 6 de octubre de 2011

Melodía de la semana


No sé cómo entraron. Podía notarlas, en cada movimiento. 
En mi cuello de un lado a otro, en la cara interna de mis rodillas, de mis codos. Justo en ese sitio donde la piel es casi transparente. Justo en ese sitio. Entre los dedos. De las manos, de los pies. ¿Cómo que te gustan las cosquillas en las manos? Sí, por favor, házmelas justo ahí. ¿Ves? Es la misma piel. Podía notarlas mientras andaba hacia ninguna parte porque el destino no tenía, creo, especial importancia. Las notaba en el agua, donde no se perciben las caricias porque estás sumergida en una caricia,  inmensa y tibia. Bajo el agua todo pasa más despacio, se distorsiona el tacto y el sonido. Sentía cierta paz.  
Me duele mucho, decía muy bajito. Le hablaba a alguien, a alguna persona que no recuerdo porque la compañía no tenía, creo, especial importancia. Levantaba mi mano y, respirando muy hondo, apretaba los puños. Veía salir una punta de plata, escondida y muy callada entre las brevísimas arrugas de los nudillos. Conseguía atraparla con la uña y tirar de ella suavemente. El acero no se rompe, no hace falta que lo hagas tan despacio. Ese alguien que me observaba me hablaba. Miraba fascinada cómo salía y me entregaba al alivio. La piel se me ha erizado y siento un leve cosquilleo en las costillas. Me doy cuenta de que el alivio es una forma de placer. Un levísimo éxtasis tras el dolor, un instante inquietante. Seguía caminando, creo, porque lo que hacía no tenía especial importancia. Paraba un segundo. Volvía el dolor. Paraba y sacaba otra. Y otra. Y otra más. Entre los pliegues del codo, en un lugar inverosímil detrás de la oreja, en los tobillos. Las ponía todas en la palma de mi mano. Metálicas, finas, frías, brillantes. Sentía un delicioso y plácido alivio.
No sé cómo entraron.
Soñé que sacaba de mi piel finísimas agujas. No salía ni una gota de sangre.



Mi vida bajo el agua
Te espero en la esquina tomando café
Ingle depilada, negro corsé
Fin de verano y no sé porque
La brisa susurra que viene es
los acaban por ser
caprichos que el viento volvió a deshacer
Son pequeños dolores
entre pálidas flores de puntas de alfiler
y aun no le quise el me quiso a mi
hicimos un año precioso rubí
enloquecí por salvar ese amor
pero el barco hacia aguas y el barco se hundió
creí que moría en la profundidad
y de sorpresa aprendí a bucear
son pequeños dolores
entre pálidas flores de puntas de alfiler
son pequeños dolores
entre pálidas flores de puntas de alfiler
puntas de alfiler
puntas de alfiler
metamorfosis no sentí dolor
creció una cola y de distinto color
ahora quien muere por oírme cantar
pero al que yo espero me hace esperar
la tarde ha caído y le veo llegar
pero decide nadar
son pequeños colores
entre pálidas flores de puntas de alfiler
poco amor necesita
pera esquivar la marea al atardecer
mi pequeña odisea no tendrá quien la lea
que se le va a hacer
son pequeños dolores
entre pálidas flores de punta de alfiler
puntas de alfiler
puntas de alfiler

Frases célebres

Luis O: "En esta vida no te deseo a nadie que se arrastre, pero sí a alguien que sea capaz. Que te diga "lo hago" y tú le respondas "no, no lo hagas, no hace falta".

martes, 4 de octubre de 2011

Electronic... oh

Bueno peque, es lo que hay. Ya es hora de recojas los bártulos, las expectativas y proyecciones, y entiendas que, como dice el poema de ese gran gran sabio, quizás sólo era tu pensamiento el que lo hacía inteligente. Y en mitad del estupor, mofarse un poco de la historia y recordar aquella sabia exclamación de YB: “¿En serio? Esto me suena muy muuuuy maricón..."
Anda mujer... ¿Y lo que te estás riendo?

Empezar la semana II


- Hoy estás muy guapa.
- ¿¿?? Si no me ves...
- Te siento!!!! Por las cosas que me dices, te siento guapa. Tontorrona...


lunes, 3 de octubre de 2011

domingo, 2 de octubre de 2011

Frases célebres

Lolo: "Fátima, ella no es que se ponga de rebajas cuando dan las tres de la mañana. Es que es un outlet toooodo el año".