L dice, parafraseando a Lenin, que la revolución no se hace sino que se organiza. Desde Valencia J asiste a una asamblea con la sensación de que algo está cambiando y Quim Monzó advierte de que es demasiado snob eso de llamar #spanishrevolution a lo que está pasando. Unos buscan conspiraciones judeomasónicas y otros intentan subirse al carro, unos llaman a la abstención activa y otros -entre los que me cuento- hacemos campaña para que nadie deje a un lado esta herramienta, más o menos apaleada, que es el voto en esta maltrecha democracia. El twitter arde, Facebook arde y sólo nos queda cruzar los dedos, usar las manos que, como bien dice Eduardo Galeano en este maravilloso Abracadabra, son nuestras.
Yo creo que, aunque confusas, son buenas noticias.
Yo creo que, aunque confusas, son buenas noticias.
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