viernes, 31 de agosto de 2007

Respuestas


Ella: Últimamente no me pongo perfume. Queda poco y hay que guardarlo...
Él: Hueles muy bien cuando hueles a ti.
Ella: ¿Incluso cuando huelo mucho mucho a mí?
Él: Entonces hueles excesivamente bien.
Ella dejó el bote precintado en la repisa del Duty Free y, en un gesto infrecuente, le buscó la mano. Podía ser altiva y esquiva, podía nadar entre las brumas de dudas absurdas que no llevaban a ningún sitio. Podía aparentar frialdad y un ademán infantil de estar de vuelta. Podía ignorar el teléfono y jugar a no necesitarle. Él pudo notar el tímido calambre que se filtró entre sus manos. Ella podía perderse en un sinfín de estrategias, pero no hay piel que no ceda ante una buena respuesta.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No por pequeña es menos majestuosa esta experiencia que deja multitud de puertas abiertas... me suena a despedida en aeropuerto, a corazones desbocados, a placenteros días de verano en común de dos seres libres y no por ello menos solos, a... en fin... me has hecho sufrirlos-disfrutarlos como si fueran mios también.

Antoñín

Luis dijo...

Ese tímido calambre existe. Y es que con nuestras contestaciones solemos meter la pata el 99,9999% de las veces, pero cuando acertamos ... es la gloria supongo que por eso seguimos contestando.

Anónimo dijo...

Vila, me encanta. Sin duda.

No hay piel que no ceda ante una buena respuesta. Habrá que rascarse la cabeza!! (vale como respuesta un comentario en tu bloc?

Unknown dijo...

Hay que contestar, aunque se meta la pata... como dice un amigo no hay nada peor que un silencio...
Y por supuesto que cuentan los comentarios en el blog!!!!
:)

Luis dijo...

Esta claro, lo de quedarse callado o salir corriendo desafortunada mente no funciona. Hay que saber cambiar de tema. Ahí radica el arte de no meter la pata.

Anónimo dijo...

Ay don anderstand...!!! Mi no entender...! He metío la pata o no? Si es así lo siento mucho. Es lo que me transmitía el texto. Se que sintonizar en materia de fibras que tejen el alma es harto dificil. De todas formas, y aun a riesgo de meter la pata...
seguiré contestando a esas cositas tuyas que tanto me hacen disfrutar y pensar. Un beso, Fati.

Antóñín