Hace muchísimo tiempo, en una tórrida ciudad de la que siempre he estado enamorada, en mitad de una tarde esas en las que campanean las ausencias, una amiga, una de mis mejores amigas, tecleó para mí algunas letras de esta canción. Entonces, requeteenamorada y recién desgajada de la tierra, me pareció simplemente bonita, una sorpresa de la mano de un tipo al que nunca, ahora tampoco, había escuchado. De un cantautor demasiado meloso que, sorprendentemente dado mi nivel de azúcar por sangre, no me gusta.
Algún tiempo después me di cuenta de que es un consejo en forma de música. Una especie de decálogo de los afectos que habla del amor romántico pero también de muchos otros. A veces, los más importantes. Los que, aunque arrancada, pérdida, recién salida de bruces a la vida; te sostienen y te regalan manos, flores, presencias. Sin pedir nada.
Como ando rodeada de mujeres de mudanzas, aliviadas, asustadas, sorprendidas y expectantes por estar solas, acompañadas o en proceso de cambio, vaya por delante el requiebrito de este cantante cursi.
Hay muchos miedos dispuestos a paralizarte pero, en el fondo, lo único cierto es que jamás, jamás de los jamases, y sólo si tu quieres –si te vuelves oscura y fea, caes en el miedo y los alejas a todos de tu vista– vas a estar sola.
Siempre habrá quién se parta en dos en cada despedida...
No estarás sola
No estarás sola,
vendrán a buscarte batallones de soldados
que a tu guerrilla de paz se han enrolado.
Y yo en primera fila de combate
abriendo trincheras
para protegernos, mi guerrillera.
No estarás sola,
te saludarán a tu paso en mil idiomas, con mil lenguajes,
la gente a la que despertaste en cada viaje,
los que dormían en las calles,
a los que preguntaste,
por su esperanza, por su desastre.
No habrá distancias
que no cubra cualquier hombre que te busque.
No habrá rincón en que tu nombre no se pronuncie.
No habrá misterio o duda en que tu presencia no luzca,
faro solidario en ausencia de paz,
en tiempos difíciles Estrella Polar.
Sola nunca, nunca estarás.
No estarás sola,
siempre habrá quien se parta en dos en cada despedida,
quien te de aliento cuando te des por vencida.
Tu revolución llenará sonrisas,
yo la incorporé a mis aperos
de trabajo, a mi vida.
Clava hoy tus raíces en mí.
Quién pudiera retenerte en Madrid.
Visitaremos lugares a los que hemos
ido antes juntos,
antes de conocerte,
antes de encontrarte.
No estarás sola,
siempre habrá quien te ayude a hacer las mudanzas,
quien te regale manos flores presencias sin pedir nada.
Y allí estaré para amarte,
y aunque no esté,
allí estaré para amarte.
No estarás sola.
No, no estarás sola.
No estarás sola.
Ismael Serrano
4 comentarios:
muerte al serrano. maldito cantautor
jajajajaja...
¿Qué me dices?
Cantautor de las narices...
Es malo pero todos tenemos nuestras debilidades inconfesables y esta canción es una de las mías... Ya se sabe, no tengo demasiada intimidad.
ahhhhhhhhh, por fin alguien más que no puede con el 'isma', menos mal, empezaba a sentirme como u bicho raro, buffffffff
Ay amore, esta canción me trae tantos recuerdos y tan buenos... La Noe y yo en nuestros primeros meses en Madrid ñoñeando en cualquier esquina mientras nos hacíamos mayores. Gracias por este momento de nostalgia. Ya me iba haciendo falta.
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