viernes, 28 de septiembre de 2007

Frases célebres

Mi farmacéutico: "En este país ya no hay envidia, hay sentimiento de superación. Lo dicen en la tele".

Melodía de la semana

Al fin y al cabo, ¿quién quiere un amor tranquilo?



Grande

Contigo tendré que combatir
no se te puede tomar tal cual
Tienes tantos defectos
que ni Tú los conoces
Eres peor que un niño caprichoso
siempre quieres ganar
eres el hombre más egoista y prepotente
que nunca he conocido

Pero lo bueno es que en el momento preciso
sabes convertirte en otro
En un momento
Tu eres grande grande grande
No recuerdo ya mis penas

Veo a todas mis amigas
mucho más tranquilas que yo
No tienen que discutir por nada
como Tú me haces hacer
Recogen regalos y rosas
por sus cumpleaños
Siempre dicen que sí
nunca tienen problemas y estan seguras
con la vida y todo.

Pero no, pero no
la vida es aquella que Tú me das
Todos los dias en guerra me siento viva
Soy como a tí te gusta

Te odio, después te amo, después te odio, después te amo, después te odio, después te amo
No me dejes nunca
Eres grande grande grande
Tan grande como sólo tú puedes ser

Te odio, después te amo, después te odio, después te amo, después te odio, después te amo
No me dejes nunca
Eres grande grande grande
Tan grande como sólo tú puedes ser

No me dejes nunca
Eres grande grande grande
Tan grande como sólo tú puedes ser

Mina, 1972

(Por cierto, desde aquí, gracias al traductor :)

El instante

Ella: No te muevas.
Él: Mírame a los ojos.
Así hablaban cuando, en una punzada, les atravesó la vida. Duró un segundo. O quizá un minuto. O tal vez horas. El momento preciso, el instante incierto, en el que se sintieron uno. Vulnerables. A merced de un limbo narcótico. De un destello fugaz e intenso, perecedero y eterno, que hablaba de la verdad y de las mentiras, de la vida y de la muerte. El ocaso invisible tras el cuál, una vez más, volvieron a estar solos. Completamente.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Dialéctica bucal

Esta mañana, en la tienda del Lolo...
Antonio, uno de los mejores dependientes del mundo de la moda gaditana, intenta sacarle la ficha de identidad a una clienta...
-Me suena su cara... ¿No habrá vivido usted en Arbolí?
-Nooooo...- exclama la señora con un ademán de misterio...
Lolo, observador avizor de la escena, interviene iluminado por una revelación divina...
-¡Usted tiene cara de ser de Pasquín!
-Pues sí, has dao en el clavo. ¿Cómo lo sabes?
Mientras se retuerce por las carcajadas, decide que en ese momento llama a su amiga, una servidora. Partenaire creativa del greatest hit del verano de Pasquín a Mykonos pasando por Arbolí...
-Nena, no sabes lo que te tengo que contar...


(Advertencia al lector: no hay nada que entender, es simplemente, una ida de olla)

martes, 25 de septiembre de 2007

El lenguaje, los medios y el artificio


En la imagen aparece una acongojada familia bajando las escaleras de un juzgado. En el centro y con gafas de sol habla una mujer maltratada que denuncia una injusta sentencia. «Estoy destrozada. No voy hacer declaraciones...» El informativo del mediodía cambia de registro, un suceso macabro y luego se detiene en una humilde familia víctima de la meteorología: «Cuando nos dimos cuenta, el desastre ya había comenzado...». Mientras corto el último trozo de pechuga las palabras me martillean en la cabeza «declaraciones», «comenzar», «desastre», «comenzar»... Expresiones que no chirrían porque, tal vez, estamos empezando a acostumbrarnos, a asumir su lenguaje, a emularlos.


Dice el director de la RAE que lo que más le preocupa del lenguaje de los medios, de los medios audiovisuales, es el tonillo rimbombante, la manía de romper los ritmos y adoptar poses interesantes de los locutores del telediario. «Están rompiendo el tono normal del español y encima la gente cree que está bien hecho...» se lamenta el académico.


Frente a la pantalla, veo a la mujer de las gafas tornarse diva del colorín. No quiere «hacer declaraciones», que es lo mismo que querer que te dejen tranquila, que no querer hablar, pero más fino. Lo de la anciana que sostiene la escoba es todavía más sutil. Tiene que ver con el impasible ademán al pronunciar las eses líquidas, con la palabra desastre y el verbo comenzar... Ambos muy dignos pero metidos con deje artificial.


Los medios de comunicación cambian el mundo, nos cambian a nosotros y, tal vez, cualquier día, entre tanto boato y alarde interesante, nos cambien del todo. Terminemos llamando a un amigo para compartir una velada, para departir en evidente complicidad, en lugar de para echar un buen rato.


Publicado en La Voz de Cádiz el martes 25 de septiembre

domingo, 23 de septiembre de 2007

Melodía de la semana


En el fondo, si no existieran los canallas, tampoco habría estas canciones...
¿O no?

El miedo fácil bajo la cama


A los que somos miedicas el sobrevivir un par de años sin ver sombras por los rincones puede convertirse en una hazaña que muy pocos, gente madura acostumbrada a relativizar, entenderían. En los últimos días y gracias a un libro que ha sacudido la conciencia de quiénes me rodean, extraños sonidos invaden mi casa. Ligeros susurros que a mí me espantan el alma y que a mi perra, organismo peludo de naturaleza zalamera, parecen no inmutarle. Hacía mucho tiempo, podría remitirme a mis años de estrenada veinteañera, que no apagaba las luces mirando con los ojos como platos alrededor.



Plantea Sánchez Piñol -en La piel fría, para más señas- un terror que raya el pánico y que algunos, los críticos comparan con las imágenes más horribles de Lovecraft y Hodgson. Una no tiene capacidad para tales filigranas y admite, sencillamente, que las pasó sobrecogida. Del argumento no contaré nada dada mi personal animadversión hacia las sinopsis pero sí que terminó recordándome algo que escuché una vez de boca de una amiga psicóloga. La cabeza tiene filtros para asumir grandes desgracias, para quedarse impasible hacia ciertos miedos, mientras es capaz de horrorizarse, de rayar la crisis nerviosa ante la más nimia de la pequeñeces.




Tal vez por eso, al culminar la metáfora que era el fin de la novela -terrible, real y definitivamente realista-, tuve menos miedo que en los momentos más fantásticos e irreales de cuando la leía. Quizás porque es mejor pensar en monstruos deformes bajo la cama, que en mentalidades monstruosas vestidas de traje y corbata, que hablan de cada mujer y de cada hombre, que pueden, si se da el caso, llevar nuestra cara.




Publicado en La Voz de Cádiz el martes 11 de septiembre

martes, 11 de septiembre de 2007

El tiempo corre, el genio no


Lo peor de tener sólo una vida es que una se va enterando de las cosas que le pasan a la gente, de los prodigios vitales circundantes, y se le lían las manos con las cuentas para resignarse de que no tendrá suficiente tiempo.


Es demasiado tarde para haberme decidido por las ciencias, demasiado tarde para optar por ser actriz o, porqué no, para lanzarme de bruces hacia una carrera loca teñida de lujo y sufrimiento.


La prensa rosa parece dar la razón a los defensores del que elquelasiguelaconsigue y, mientras el tiempo corre, una se va resignando a que probablemente nunca escriba un best seller, con dificultad parirá tres hijos y que, quizás, sólo si algún amigo te presta su parcela, podrá plantar un árbol. Uno chiquitito, por darse el gusto. De los viajes anuales recorriendo el mundo y hacerse amante de algún intelectual atormentado que te convierta en musa de un poemario, mejor, ni hablo.


Por esas cosas del azar, un director de cine al que no se le escapa prenda acaba de descubrir gracias a una maleta vieja que Puccini tenía un hijo secreto, que era un mujeriego que se inspiraba en sus affairs para sus heroínas operísticas -siguiendo un argumento dio con la pista- y que una pobre asistenta a la que no había tocado un pelo terminó suicidándose tras ser acusada por su implacable esposa de ser su querida. Tragedias colectivas, escándalos con visos de aria coloratura que a mí ni a nadie que conozco dudo que le ocurran. Avatares que posiblemente expliquen por qué aún el genio creativo no ha iluminado mis días. Cada uno se consuela como puede. Es la vida.


Publicado en La Voz de Cádiz el 11 de septiembre de 2007

viernes, 7 de septiembre de 2007

Melodía de la semana

Cuando alguien me pregunta cuál es mi disco favorito me resulta muy difícil de explicar, y de pronunciar...
Aquí va una pequeña muestra.
¿Vamos haciendo cuerpo?

Haris Alexiou
To tango tis nefelis

miércoles, 5 de septiembre de 2007

La chica del gánster


Alguien que no es el abuelito de Heidi pero que se le parece me enseñó que lo de la felicidad tiene que ver con el -a veces sucio, engrasado, límpido o deshecho- filtro con el que asumimos las cosas. Una especie de velo invisible que se antepone ante nosotros y el mundo y nos ayuda a procesar si la mancha en el traje nuevo es una desgracia más que viene a sumarse a la jodida noche en la que te ves gorda o una prueba irrefutable de que existe la vida, de que la vida mancha y que nosotros, individuos latentes en mitad de universo, estamos manchados porque estamos vivos.

Cuadro ejemplificador
Cuatro mujeres comparten tapas en El Laurel, el templo del salpicón de marisco, la pavía de merluza y otras beldades de la gastronomía local...

Mujer nº1: Vaya, lo único que tiene es que es bajito... Me había propuesto no repetir con la costumbre...

Mujer nº2: ¿Y porqué no? ¿Tú también eres de las que te los buscas más pequeños?

Mujer nº1: Sí, y ya tenía ganas de cambiar... Pero nada.

Mujer nº2: Hija, pues no sé porqué no quieres... A mí me encanta... Me flipa que sean más bajitos que yo. Imagino algo así como que soy su amante, o una prostituta... No sé, yo toda alta, convertida en la novia de un mafioso...

La nº1 se detiene antes de lanzarse a por otra bombita picante. En la cabeza, mil imágenes de altas mujeres morenas que agarran a un atractivo retaco vestido con sombrero y traje a rayas. Pelo con ondas, humo de tabaco. Todo en blanco y negro. Féminas de largas piernas que se mantienen en silencio sabiendo que, aunque en la sombra, ellas tomarán la última decisión.

Mujer nº1: Mmmm... Tal vez tengas razón...

Ese día decide que manda al cuerno los complejos. En cuanto le llegue la pírrica nómina se compra unos zapatos bien altos, que tengan de todo: plataformas, alzas, tacón. La vida es demasiado aburrida y, a veces, sólo se trata de hacer trabajar la imaginación.

martes, 4 de septiembre de 2007

Frases célebres

Mabel (frente a I.C.D.C.): "Esa actitud es muy british... ¡Y muy positiva!".

El calor y la generación de materia


Aunque hace ya algunos años que la ciencia desestimó lo de la generación espontánea de la materia, hay quién piensa aún que ciertos organismos repugnantes nacen de la caca de una mosca que se cuela por la ventana. Sabiduría popular que le llama lo más parecido a un médico que hay en los márgenes de mi vida. Dice el doctor en cuestión que nada surge de la transformación aleatoria de una sustancia en otra, es decir, que los gusanos de cualquier cuerpo en descomposición no vienen porque la piel de uno se torne en otra cosa -que también- sino porque todos y cada uno de nosotros albergamos minúsculos, microscópicos, huevos de lombriz que se activan cuando las condiciones de putrefacción, suciedad o calor son idóneas...
[Nota por si hay algún científico entre los lectores: absténgase de hacer precisiones, ésta es la forma más sencilla que una tiene de explicarse].

Que a más de uno el huevo de lombriz le ocupa más volumen que la masa encefálica, o, y aún más grave, que a alguno le ocupa más que esa pseudorrealidad sin materia que llamamos alma, es una verdad que los medios de comunicación nos desnudan, junto con la media tostada con tomate y aceite, cada mañana. Que mi vida no es la misma desde que me sé rodeada, invadida, por misteriosos huevos a la espera de mejores condiciones climáticas, es una pesadilla que hoy me ha apetecido compartir. Sobre todo para que vaya por delante mi disculpa si algún día me encuentran rodeada de viscosos gusanos negros.

En los próximos meses comenzará el desfile teatral pre electoral y ante ciertos rostros de la vida política, una se va viendo cercada por cierta atmósfera, irrespirable y caliente, que nunca arde.

Publicado en La Voz de Cádiz el 4 de septiembre de 2007