Supongo que hay que tener esta cara, esta boca y esta voz para decir ciertas cosas. Adoro esta canción. Mi particular Enrique V -que no tiene nada que ver con los Lancaster y que añadiría "pues yo vendo cremas muchísimo más buenas"- repite que lo de satisfacer a las mujeres puede ser muy fácil. Difícil pero no imposible, añaden otros. Al final, es tan complicado o tan sencillo como encontrar la clave de una volátil alquimia: la fuerza justa, el caricia exacta, la mezcla adecuada, siempre diferente en mitad de la rutina. Hoy igual, mañana imprevisible. Una palabra. O ninguna. Suficientemente dentro como para que no se rompa, suficientemente al filo para que peligre. Ser jugador y ser juguete. Perseguir y adorar que te persigan. Una partida sin reglas que a veces turba y desconcierta.
Con una victoria que sólo garantiza que seguirás en el juego.
... le dejaré ver mis medias para que corra detrás.
Cristina y los subterráneos
Con una victoria que sólo garantiza que seguirás en el juego.
... le dejaré ver mis medias para que corra detrás.
Cristina y los subterráneos
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