Cuando los momentos más placenteros de la semana se suceden de 16 a 17 horas sobre una camilla que te aplasta media cara, la frase más bonita del día puede llegar a ser:
-Quédate quietecita, que te voy a meter bien los dedos por los occipitales.
Mmmmmm...
1 comentario:
Hummmmmm, mejor no comento nada.....
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