Lo llevaba en el dedo y es fino, minúsculo. Hoy he conocido a una nueva colaboradora de sonrisa grande y devoción por la moda y, con ella, al último ingenio de la factoría de princesas perfectas de Dior, un anillo que debió salir el año pasado cuando yo cuadraba números, multiplicaba las horas, tomaba nolotiles e ignoraba más de un número de aquella suscripción al Vogue que, como los amores de verano, duró demasiado poco. Es una sortija Oui que no pienso reproducir en esta entrada por el fino dolor de tener que verla cada vez que entre en mi portal. Con un diamante pequeño y unas líneas perfectas, deliciosa.
Después de haberle prometido a mi amiga que si me toca la apuesta semanal a las loterías del Estado nos compramos una -por muy de pedida que sea-, ya estoy deseando que Ana vuelva con el bolsón de material de showrooms para vérselo otra vez. Es tan mono, tan chic, tan "oui, oui, oui"...
Y, claro, como a una el entusiasmo frívolo se le mezcla con el macarrismo, pues no dejo de pensar en Los Ronaldos.
Hasta que digas, sí, sí, sí...
Mmmmm...
4 comentarios:
Lo he visto y es sencillamente, encantador, me estoy volviendo de un ñoño con la edad.........
La amiga
Un placer conocer a alguien con quien compartir tus sueños pijos que sabe Dios...
Un placer colaborar,
Un placer haberte conocido y sobretodo,un placer leerte!!
Me has emocionado...debe ser x esto de la maternidad y por lo ideal de tus palabras
Besos nena
Ah por cierto!!
Muero con los Ronaldos,mola Coque.Dice:
Mirame el ojo derecho niña,y dime que ves en el,seguro que hay ansia y fuego, muchas pagarian por ellllllllllll
a cuántas le has prometido que le comprarás el puto anillo??
(celos)
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