lunes, 2 de junio de 2008

Síntomas

Tener el cuello tenso.
Inexplicables nauseas, el corazón que se sale.
Los dedos fríos, las palmas húmedas.
Un desazón inexplicable en el centro de la barriga.
Tener miedo y querer que todo pase. No poder dormir. Sentir tensión en la mandíbula, una tensión antigua, como de niña chica.
Tener miedo como cuando de niño te acercas al enfermero que tiene que sacarte sangre.
Tener miedo como quien teme lo oscuro, que la puerta se cierre, y nos quedemos solos, en silencio, en el lugar dónde campan las pesadillas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

chiquitita, quiero que sepas que también hay amigos en el lugar donde campan las pesadillas. es entonces cuando se convierten, por la inexplicable lógica de lo onírico, en familia. tu hermana estará allí (baja mediante, claro)

Anónimo dijo...

Sieeeeeeeeeeempre te pasa algo...

Lazarov me marea dijo...

qué pena, anónimo. como no sabemos quién eres, tendremos que malpensar que a ti, por desgracia, nuuuuuuuuuuuunca te pasa nada.

Pedro Estudillo dijo...

Me has puesto el corazón en un puño. Ese lugar tenebroso donde campan las pesadillas debe ser poco menos que el infierno.
Me encantó leer tu blog. Estaré por aquí cerca.
Un saludo de un medio paisano.