"Hay muchas cosas que no puedo decir a nadie, casi todas se refieren a las matemáticas". Carlos Edmundo de Ory
lunes, 30 de marzo de 2009
Medicinas
Adoro a toooodos los personajes que aparecen en esta secuencia.
Sobre todo al caballero... ¿Nadie le encuentra parecido?
jueves, 26 de marzo de 2009
miércoles, 25 de marzo de 2009
martes, 17 de marzo de 2009
La respuesta
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.
Pronunció la frase como una bocanada compacta. Los ojos fijos y la barbilla alta. Él la observó pacientemente durante unos segundos que parecieron horas. Percibió el brillante flequillo mecido por el aire de la ventana, las pecas sobre la nariz y los restos de carmín que sobrevivían al incómodo almuerzo preñado de explicaciones y palabras. Se deslizó un instante por la frente en la que empezaban a marcarse las primeras arrugas y se maldijo por haber elegido la puerta, la carta, la opción equivocada. Observó sus pupilas quietas, el gesto suave, el segundo en el que rictus de ella se tornaba en una deliciosa sonrisa confiada. La abrazó y en ese exacto momento notó que la espalda de ella se destensaba. Un pequeño descuido fisiológico, una respuesta instintiva, un imperceptible gesto que le dejaba indefenso, frente a frente con la mentira.
-Te lo prometo.
Pronunció la frase como una bocanada compacta. Los ojos fijos y la barbilla alta. Él la observó pacientemente durante unos segundos que parecieron horas. Percibió el brillante flequillo mecido por el aire de la ventana, las pecas sobre la nariz y los restos de carmín que sobrevivían al incómodo almuerzo preñado de explicaciones y palabras. Se deslizó un instante por la frente en la que empezaban a marcarse las primeras arrugas y se maldijo por haber elegido la puerta, la carta, la opción equivocada. Observó sus pupilas quietas, el gesto suave, el segundo en el que rictus de ella se tornaba en una deliciosa sonrisa confiada. La abrazó y en ese exacto momento notó que la espalda de ella se destensaba. Un pequeño descuido fisiológico, una respuesta instintiva, un imperceptible gesto que le dejaba indefenso, frente a frente con la mentira.
lunes, 16 de marzo de 2009
domingo, 15 de marzo de 2009
Letra para cantar un domingo
Y a última hora no quedaba nada:
ni siquiera las hojas de los árboles
_acacias_, ni el viento de la tarde,
ni la alegría, ni la desesperanza.
La caricia que pudo haber rozado
aquella piel, no se produjo porque
aquella piel no era la tuya,
ni los ojos
que me miraban eran
tus ojos, ni el deseo
-que en otro tiempo hubiera sido
suficiente_
tenía sentido, desviado
del cauce de ti misma.
A última hora había pasado un día,
y al sentirlo hecho sombra, y polvo, y nada,
comprendí que la luz que había llenado
sus horas,
y todas las palabras
que ocuparon mi boca, y los gestos
de mis manos,
y la fatalidad de mis designios,
y las calles que anduve paso a paso,
y el vino que bebí, y la alegría
de saber que existías en el mismo
instante,
no eran sólo el fracaso repetido
del Día del Señor, sino que eran
un día más sin ti:
comprendí con dolor que jamás, nunca
para mí habría domingos ni esperanza
fuera de tu mirada y tu sonrisa,
lejos de tu presencia tibia y clara.
Ángel González
ni siquiera las hojas de los árboles
_acacias_, ni el viento de la tarde,
ni la alegría, ni la desesperanza.
La caricia que pudo haber rozado
aquella piel, no se produjo porque
aquella piel no era la tuya,
ni los ojos
que me miraban eran
tus ojos, ni el deseo
-que en otro tiempo hubiera sido
suficiente_
tenía sentido, desviado
del cauce de ti misma.
A última hora había pasado un día,
y al sentirlo hecho sombra, y polvo, y nada,
comprendí que la luz que había llenado
sus horas,
y todas las palabras
que ocuparon mi boca, y los gestos
de mis manos,
y la fatalidad de mis designios,
y las calles que anduve paso a paso,
y el vino que bebí, y la alegría
de saber que existías en el mismo
instante,
no eran sólo el fracaso repetido
del Día del Señor, sino que eran
un día más sin ti:
comprendí con dolor que jamás, nunca
para mí habría domingos ni esperanza
fuera de tu mirada y tu sonrisa,
lejos de tu presencia tibia y clara.
Ángel González
viernes, 13 de marzo de 2009
Melodías de la semana
Hoy vuelve el revival, las horas de talgo y el frío de marzo. Hoy me he vuelto a levantar con esa quebrada confianza de que algunas cosas hayan sido sólo una pesadilla. Hoy vuelvo a enfilar el bus sorbiendo mocos. Hoy me limpio las lagrimillas destempladas mientras escucho a Mina. Y hoy a un colega se le ocurre enviarme una buena dosis de petardeo. "Temazo: melodía, armonía, letra".
En el fondo, y aunque no pueda decir que como Cyrano tuviera la suerte de preservar el orgullo, a una se le calman las tripas al darse cuenta de que tiene algo extremadamente difícil de arrancar: las ganas de reír.
Y para que me revuelque, C. S. me recuerda toda una oración a la Más que Santísima Tigresa del Oriente:
"Esta mujer me da taaaaaaaanta felicidad", me repite.
¿Y por que no puedes rectificar
Siempre hay un nuevo amanecer
mientras dios te da vida y salud
Aprovecha para ser feliz...
Brinda una sonrisa
Sé más cariñoso
Ponle alegría
Si tu sabes dar amor
entonces serás feliz
Domina tu orgullo
no seas egoísta
sé más admirable...
En el fondo, y aunque no pueda decir que como Cyrano tuviera la suerte de preservar el orgullo, a una se le calman las tripas al darse cuenta de que tiene algo extremadamente difícil de arrancar: las ganas de reír.
Y para que me revuelque, C. S. me recuerda toda una oración a la Más que Santísima Tigresa del Oriente:
"Esta mujer me da taaaaaaaanta felicidad", me repite.
¿Y por que no puedes rectificar
Siempre hay un nuevo amanecer
mientras dios te da vida y salud
Aprovecha para ser feliz...
Brinda una sonrisa
Sé más cariñoso
Ponle alegría
Si tu sabes dar amor
entonces serás feliz
Domina tu orgullo
no seas egoísta
sé más admirable...
jueves, 12 de marzo de 2009
martes, 10 de marzo de 2009
Minucias evolutivas
Uy... de estos conozco yo unos cuantos... ¿Vendrán también un grupo de suecos a estudiarlos? ¿Lo publicarán en Current Biology? ¿Quedarán por el Nahu después de todo el día de estudios de campo?
En serio, entre el nombre tan taaaan Corleone y el retorcimiento premeditado, ¿no me diréis que no se escurren por los vericuetos de la ciencia las teóricas maldades femeninas? Ay... atávicos san benitos de género, quedáis k.o. ante los ataques de inseguridad de cualquier macho dominante...
En serio, entre el nombre tan taaaan Corleone y el retorcimiento premeditado, ¿no me diréis que no se escurren por los vericuetos de la ciencia las teóricas maldades femeninas? Ay... atávicos san benitos de género, quedáis k.o. ante los ataques de inseguridad de cualquier macho dominante...
jueves, 5 de marzo de 2009
De visita
Mi ex solía disculpar mi desmemoria remitiéndose a mis convulsiones vitales. Tu vida ha sufrido muchos cambios, es imposible que recuerdes tantos detalles... blablabla... Mi mejor amigo lo achaca, sin embargo, a mi patológica falta de atención. Yo prefiero la explicación primera que me absuelve y me disculpa y me hace sentir -ya que una no puede evitar sumar la experiencia de situaciones dolorosas- más interesante. Supongo que, más allá de literarias vidas nómadas y cosmopolitas, mi ex se refería al bloqueo mental ante personas que están y desaparecen, a las ciudades fugaces, a las esperanzas que uno tiene y la vida te quita, a los inimaginables regalos que luego te da. A esa incómoda sensación de pertenecer y no a los sitios, de pertenecer y no a las personas.
Disquisiciones ultrapersonales aparte, además de la desmemoria, lo malo de no tener patria es que una acaba perdiéndose las mejores y, cuando termina por poner un pie en firme en algún sitio, se da cuenta de que la mayor parte de la gente que te importa ha vivido sus grandes momentos contando contigo pero asumiendo que te perderías la versión extendida. Por eso cuando hace unos días mi amiga PH me ofreció la posibilidad de acompañarla a mirar trajes de novia mi corazón estalló en latidos y mi imaginación saltó de un lado a otro viéndome protagonista de remanidas escenas cinematográficas de cine antidepresivo (esto es, comedia romántica y sucedáneos que acaban bien).
Aunque mi compi de curro no termine de entender mi fascinación por un acto social en el que todo el mundo está contento y todo es gratis (¿quién puede pedir más?), lo cierto es que siempre había soñado con vivir ese momento de acompañante de la protagonista. Sentarme en el sillón reservado para amigas/madres/hermanas/cuñadas de la sala de espejos y emocionarme opinando sobre esteeselmodeloquetepega, queguapaqueestás y, sobre todo, parecesunaprincesa.
Como cuando dormía con María junto a su cama de hospital, como cuando me pidieron hacer de testigo ante un cura o esperaba a Javier junto a la sala de partos de La Salud... A veces, una visita la vida de la gente y se siente, fugazmente, parte de algo. ¿Y qué mejor que de algo bonito, blanco y lleno de sedas y de encajes? Debe ser la edad, una se pone cada vez más ñoña. Era justo como yo esperaba y me hizo taaanta ilusión...
Disquisiciones ultrapersonales aparte, además de la desmemoria, lo malo de no tener patria es que una acaba perdiéndose las mejores y, cuando termina por poner un pie en firme en algún sitio, se da cuenta de que la mayor parte de la gente que te importa ha vivido sus grandes momentos contando contigo pero asumiendo que te perderías la versión extendida. Por eso cuando hace unos días mi amiga PH me ofreció la posibilidad de acompañarla a mirar trajes de novia mi corazón estalló en latidos y mi imaginación saltó de un lado a otro viéndome protagonista de remanidas escenas cinematográficas de cine antidepresivo (esto es, comedia romántica y sucedáneos que acaban bien).
Aunque mi compi de curro no termine de entender mi fascinación por un acto social en el que todo el mundo está contento y todo es gratis (¿quién puede pedir más?), lo cierto es que siempre había soñado con vivir ese momento de acompañante de la protagonista. Sentarme en el sillón reservado para amigas/madres/hermanas/cuñadas de la sala de espejos y emocionarme opinando sobre esteeselmodeloquetepega, queguapaqueestás y, sobre todo, parecesunaprincesa.
Como cuando dormía con María junto a su cama de hospital, como cuando me pidieron hacer de testigo ante un cura o esperaba a Javier junto a la sala de partos de La Salud... A veces, una visita la vida de la gente y se siente, fugazmente, parte de algo. ¿Y qué mejor que de algo bonito, blanco y lleno de sedas y de encajes? Debe ser la edad, una se pone cada vez más ñoña. Era justo como yo esperaba y me hizo taaanta ilusión...
miércoles, 4 de marzo de 2009
martes, 3 de marzo de 2009
Bien vale un sucedáneo...
Como una no puede tener abono y mientras no consigue que le coincida la tarde libre con la conexión a Opera Oberta, se conforma con sucedáneos.
Algunos querrán amargarme la noticia con el siempre propicio debate sobre la experiencia artística y la falsa democratización del arte. Yo, sin embargo, me apunto a pasar de complejos. Me siento tan humildemente conectada, tan global, tan internauta y proletaria...
N'est-ce plus ma voix?, Manon
Jules Massenet
Algunos querrán amargarme la noticia con el siempre propicio debate sobre la experiencia artística y la falsa democratización del arte. Yo, sin embargo, me apunto a pasar de complejos. Me siento tan humildemente conectada, tan global, tan internauta y proletaria...
N'est-ce plus ma voix?, Manon
Jules Massenet
lunes, 2 de marzo de 2009
Melodía de la semana
En esta vida una nunca sabe por dónde van a venir las oportunidades, o al menos, así intenta pensarlo mientras cuenta los minutos para que esa ansiada combinación numérica salga el próximo jueves. Proyecta, Proyecta. De pequeña, y eso que me consideraba bastante feita, siempre soñé con que algún director de cine necesitara alguna protagonista descoordinada, desgarbadilla y sin embargo hiperartista y me descubriera en el súper, camino de la playa o comiéndome un helado enfilando la Calle Ancha. Después de la historia de María Galiana, hace años que decidí no perder la esperanza y confiar en que, ya torradilla, me descubra algún cazatalentos ávido de nuevas caras. Menos mal que el cine europeo mantiene papeles para mayores de cincuenta... Proyecta, Proyecta. Mientras, una hace pinitos junto a Eva y el resto de las niñas vestidas de Cuéntame, al ritmo del tres por cuatro, peluca y gafas glam a la vista. Pero bueno, eso es otra historia.
Mi cabecita pensaba sobre las oportunidades, sobre cómo uno puede recibir los desprecios de la crítica y la industria y luego ser rehabilitado porque, aunque aquellos necios no lo supieran, en realidad, estabas defendiendo un buen tema. Proyecta, Proyecta. Al cantante de country Jace Everett le retiraron su primer disco del mercado por falta de ventas. "Nos das pérdidas", le dirían con cara de palo mientras el pobrecito se comía los sueños de grandeza. Después vinieron los capítulos emitidos, las descargas de internet, los bocados de vampiro, la sangre caliente y el verano tórrido de Louisiana. Al final, ya anda grabando nuevo disco y haciendo caja. ¿Ves? La oportunidad llegará que tus sueños cumplirá. Proyecta, Proyecta.
Este finde no sólo he canturreado, también me dejé morder por un vampiro...
I wanna do bad things with you...
Bad things
When you came in the air went out.
And every shadow filled up with doubt.
I don't know who you think you are,
But before the night is through,
I wanna do bad things with you.
I'm the kind to sit up in his room.
Heart sick an' eyes filled up with blue.
I don't know what you've done to me,
But I know this much is true:
I wanna do bad things with you.
When you came in the air went out.
And all those shadows there filled up with doubt.
I don't know who you think you are,
But before the night is through,
I wanna do bad things with you.
I wanna do real bad things with you.
Ow, ooh.
I don't know what you've done to me,
But I know this much is true:
I wanna do bad things with you.
I wanna do real bad things with you.
Bad Things, 2005
Jace Everett
Suscribirse a:
Entradas (Atom)