Mira directamente a los ojos, tranquilamente, pero uno intuye que, tras el gesto atento, un infinito número de conexiones se producen más allá de la frente, en el interior de su cabeza, en ese espacio donde se funden la masa gris y los sentimientos. “Espera, lo voy a apuntar, tomo nota”.
Albert Lladó (Barcelona, 1980) difícilmente puede tener un único proyecto, un único pensamiento en ese espacio meta-real que componen su cerebro, sus manos, su móvil, su libreta. Herramientas básicas en la vida frenética de un jugador de palabras, de un contador de historias, propias y ajenas. Periodista en
LaVanguardia.es e impulsor de proyectos como el
Diari Maresme,
Sísifo o la propia
Revista de Letras; su carrera viaja de la vocación al oficio, del oficio a la vocación, en toda la amplitud que las 24 horas del día le dejan. Autor de nada menos que cinco títulos entre los relatos, la novela y el ensayo -dos de ellos aparecidos en este 2010-,
A Fortiori Editorial acaba de publicarle
La realidad es otra, un conjunto de 400 aforismos que son un viaje por el universo creativo, por las obsesiones y fascinaciones de este joven escritor inquieto. Un viaje para arrancar la magia del paisaje urbano y salvarse porque, atentos al consejo: “Bostezar es gritar de aburrimiento”. Sigue leyendo en
Revista de Letras
[artículo colgado con cierto retraso. Autora en plena hospitalización. Bss]